Mucho se ha debatido respecto a la legitimidad del procedimiento en el que un carabinero usó su arma de fuego contra un conductor de Uber, en el aeropuerto de Santiago. Pero más allá de las normativas y los protocolos, no deja de llamar la atención la actitud desafiante contra la autoridad, un problema que lamentablemente ha ido en espiral creciente.
Algunos de los que intervinieron en la discusión pusieron énfasis en que este tipo de conductas no es habitual, pero que en el último tiempo el respeto por la autoridad ha decrecido de manera preocupante.
Es cosa de retroceder en una década y se coincidirá que bastaba que un carabinero, en el ejercicio de sus funciones, demandara algo para que se cumpliera sin mayores cuestionamientos. Se entendía que los procedimientos policiales debían respetarse, más si existía conciencia de que se estaba cometiendo una falta.
Tampoco se puede obviar que en ocasiones había excesos policiales y por lo mismo se han controlado las atribuciones y los procedimientos están bien definidos.
En consecuencia la realidad de hoy es distinta. El cuestionamiento a la autoridad es reiterado en todo tipo de ejemplos, lo que nos convierte en una sociedad que desprecia el ordenamiento y en la que cada uno se siente libre de hacer lo que mejor le parece, sin importar si existen problemas asociados.
No es la mejor versión de la sociedad chilena, pero es propia de los cambios que se van sucediendo con la modernidad y aquellos hechos que desacreditan a la autoridad en todas sus versiones, hacen creer que la obediencia es cuestionable.
Lo del carabinero es sólo una muestra porque esa falta de respeto a la autoridad se extiende desde la familia, pasando por los establecimientos educacionales hasta las normativas legales.
Ese desdén a lo correcto es lo que debemos corregir si queremos que la paz social reine entre nosotros. Partir desde lo más básico, nuestros hogares y llevarlas a las escuelas y lugares de trabajo. Si se logra cambiar esa mirada egoísta por una más considerada, se entenderá que el respeto es fundamental.