Queda menos de un mes para que un grupo significativo de consumidores de BancoEstado cobren sus dineros correspondientes a las devoluciones de comisiones cobradas indebidamente por esta institución entre enero del año 2003 y noviembre del 2011.

Esta situación se enmarca en un acuerdo conciliatorio alcanzado ante la Corte Suprema entre BancoEstado, la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (CONADECUS) y el SERNAC en el año 2013, donde la entidad bancaria se obligó a restituir a los consumidores dineros correspondientes a cobros de comisiones ilegales aplicadas por la entidad bancaria en las Cuentas de Ahorro a la Vista.

Es decir, que hasta el próximo 1 de julio tienen plazo los consumidores de la región que tenían Cuenta de Ahorro a la Vista de BancoEstado, cuya libreta era de color azul, para retirar más de 2 mil millones de pesos que corresponden a devoluciones.

En dicho acuerdo se estableció que los beneficiarios tendrían un plazo de 5 años para cobrar este dinero, el cual vence finalmente el próximo 1 de julio.

No obstante, a casi tres semanas de que expire el plazo, aún faltan 263.520 cuenta ahorristas que retiren su dinero, lo que equivale a un 38% del universo total beneficiario de este acuerdo. Es decir, pasados cuatro años y 11 meses, sólo un 62% de los consumidores beneficiarios realizaron la gestión.

El monto disponible para ser retirado suma $2.037.684.365 millones, y en promedio, los consumidores recibirán $7.700, aunque algunos usuarios pueden recibir menos o más de esta cantidad.

Para saber si es beneficiario, los consumidores deben visitar el sitio web https://personas.bancoestado.cl/Conadecus/LoginComision.asp, y luego de responder unas breves preguntas de identificación, sabrá si le corresponde recibir dinero.

Luego de ello, si es beneficiario, los consumidores deberán retirar el dinero en las sucursales de BancoEstado, presentando su Cédula de Identidad.

Marcelo Miranda,

Director regional del Sernac

No parece muy acertado hablar de un año seco para Calama cuando aún no se inicia el invierno, estación que es conocida a nivel nacional como la más lluviosa. Una contraposición con lo que ocurre en esta parte del país, debido a que las precipitaciones son propias del verano, cuando se manifiestan las lluvias estivales, parte del fenómeno conocido como "invierno altiplánico.

Son los primeros meses del año donde precipita con mayor frecuencia y en ocasiones con mucha intensidad, lo que ha terminado en anegamientos e inundaciones tanto en Calama como en los pueblos andinos.

Este 2018 la situación ha sido distinta. Sólo en algunos de los poblados precordilleranos hubo aguaceros y tormentas. En la capital provincial no se registraron. De hecho la medición indica cero milímetros de agua caída, lo que significa que estamos viviendo un año particularmente seco.

Estas condiciones no son bien recibidas en la zona, porque la lluvia ayuda en varios de los procesos de desenvolvimiento de los asentamientos humanos.

En el interior los tranques y embalses, apoyados por la ocasional caída de agua, aseguran que no tendrán problemas con el riego, aunque lamentan que la ausencia de precipitaciones no ayude mejorar la calidad de los caudales que bajan con alta presencia de minerales.

Pero en Calama la sequedad ambiental y el aumento del polvo en suspensión son perjudiciales para la salud de las personas. Las enfermedades respiratorias, principalmente las virales, encuentran el escenario propicio para el contagio.

Por ello hay preocupación y el llamado de las autoridades es a tomar las medidas preventivas para evitar enfermedades y por supuesto contener el levantamiento de polvo en los sectores poblacionales.

Se sabe que estas son condiciones climáticas serán cada vez más frecuentes y es motivo suficiente para que se busque el modo de enfrentar los cambios. Situación que se ha dejado de lado pero que debiera incorporarse dentro del plan de descontaminación comunal que se hoy se discute a nivel comunal.