Vehículos en las aceras
El señor alcalde de turno, debería contratar a jóvenes de los diversos Institutos que están en la ciudad, por turno de mañana y tarde a fin de no interrumpir su jornada educativa, para destinar dos o tres de ellos población o villa, a sacar partes por estacionarse sobre las aceras, en doble fila, contra el tránsito, en portones habilitados con "Prohibido Estacionar".
Lo que pasa es que hay cero respeto en la ciudad para el adulto mayor, por los niños que van al colegio temprano. Estamos sin Dios ni ley en el país, así que comencemos a poner voluntad, para mejorar.
Todos nos vemos obligados a transitar entre los vehículos, por la calzada arriesgándonos a un accidente, todo porque las aceras, están ocupadas con vehículos. A veces por terceros y otras por los mismos dueños de casa que dejan su vehículo lo mas cerca a su muro. En una cuadra fácilmente pueden haber entre seis a ocho vehículos mal estacionados.
Todo a vista y paciencia de las autoridades.
La idea es dar orden y a su vez generar más recursos al municipio. Al trabajar los estudiantes, aumentan sus ingresos y generan más dinero para el Municipio para sus gestiones anexas.
De esta manera, los ciudadanos comenzarían a ordenar su actuar, considerando que hay personas que caminan por las calles de la ciudad. Daríamos que hablar para bien en las redes sociales, propaganda para la ciudad que demuestra voluntad para todos.
Noemí Varas
Carabineros
Decían por ahí: Dadle poder a un hombre y lo conoceréis.
En este caso: Dime con quién andas y te diré quién eres.
Mario Mack Nelson
Piropos
La diputada feminista Pamela Jiles le habría dicho al ministro de Educación: "Usted se ve inmensamente mejor que lo que aparece en televisión" y después agregó que el favorito era otro ministro por el uso de una prenda de vestir. Si la cosa hubiera sido al revés seguro que las feministas se toman el Ministerio de Educación.
Pedro Rojas Reyes
El gran hermano
El presidente Piñera, dijo que continuarán con la presión policial aunque saturen los tribunales. En principio uno podría decir que son loables los esfuerzos por disminuir la delincuencia e inseguridad ciudadana. Bien por el gobierno en ese caso. Pero tenemos que tener cuidado con caer en lógicas populistas.
El riesgo de la declaración presidencial puede llevar a niveles poco saludables la coacción estatal. Pues mayor presión policial, significa mayor poder y menor libertad. Tras el incremento en el numero de detenciones no necesariamente hay disminución de la delincuencia. Solo hay efectividad, pero no un país más seguro.
Esperemos que haya prudencia en el actuar, y no caigamos en el gran hermano supervigilante, que bajo el argumento de protegernos, sea el cancerbero de nuestra libertad.
Esteban Montaner
Alberto Fouillioux
Alberto Fouillioux, falleció hace poco a los 77 años, excelente jugador de fútbol, actúo también en el Mundial del 62.
Recuerdo que sin querer queriendo le revise el cuaderno de estudio a mi amiga y dentro del cuaderno estaba la foto de Fouillioux. Qué mujer, o calcetinera como la llamaban antes, a las admiradoras de los artistas, no tenía una foto de él, hasta una canción se le hizo, que tocaban en todas las radios. "Tito mi amor".
El destino quiso, que mientras esperaba el bus en Las Condes, miro para el lado y aparece Tito Fouillioux. Le conté la historia de la fotografía, sonrió. Chao me dijo o adiós, ahí viene mi taxi. Fue la única vez que hable con él. Suerte Tito en tu nueva vida. Solo quiero agregar, que además de ser querido por muchos y muchas, fue odiado por el SII, que a veces no perdona a los chicos en comparación con otros casos de grandes recientes. Fue a parar a la cárcel de Capuchinos por no pagar impuestos y el Canal 13 no le renovó su contrato el 2001.
Guillermo Riffo Glaus
Rectores
La causa de la prolongación de las tomas feministas es el amor excesivo de los rectores a su pega, ya que ante ciertas medidas podrían caer víctimas de prejuicios sexistas. La solución es simple: mandar a los rectores a casa con licencia y nombrar por unos días a rectoras subrogantes que tengan poco que perder y los pantalones bien puestos.
José Luis Hernández Vidal