Una noticia muy importante para la región y principalmente para Calama, Sierra Gorda y Antofagasta, fue la apertura del proceso que terminará con la autopista que unirá definitivamente bajo los conceptos de la seguridad y la modernidad, el desplazamiento entre la provincia de El Loa y la capital regional.

Un trabajo que, sin duda, tiene un aumento en el estándar de seguridad, lo que nos ayudará a minimizar casi en un 100 por ciento la posibilidad de choques frontales, a lo que se suma un aumento en la productividad al contar con conexiones en los dos polos productivos de la región. Serán 112 kilómetros de autopista de primer nivel que se cimentarán en 60 meses de construcción para poner en servicio la autopista. Se une el sector de Carmen Alto con Calama y adicionalmente tiene una circunvalación en la ciudad para eliminar el tránsito de vehículos pesados por el interior de la comuna.

La ruta contará con doble calzada, diseño para velocidad de 120 kilómetros por hora, con una seguridad vial para los usuarios de primer nivel, contará con zonas de descanso e iluminación.

Ya hemos solicitado a la concesionaria que, durante toda la etapa de diseño y construcción del proyecto, mantenga en adecuadas condiciones la ruta, con el fin de garantizar la seguridad y normal desplazamiento de los usuarios, de manera especial con los transportistas relacionados con la actividad minera y turística en la zona.

Pero hay otros motivos además para estar satisfecho. Tenemos como Gobierno de Chile, según el mandato de nuestro Presidente Sebastián Piñera, recuperar la senda del desarrollo y el empleo. Recibimos una región bastante golpeada en materia de desempleo y crecimiento, pero ya los indicadores señalan que estamos retomando el crecimiento, somos los primeros a nivel nacional en la encuesta Inacer, y en el desempleo si bien ya rompimos la tendencia inicial de dos dígitos, en la región todavía tenemos un compromiso con la gente de Calama, y en ese sentido el llamado es a privilegiar la mano de obra local, de esa forma cerraríamos un círculo virtuoso.

Marco Antonio Díaz Muñoz

Intendente Región de Antofagasta

Son catorce años los que la comunidad loína y especialmente la comunidad de la Escuela D-48, Presidente Balmaceda ha esperado para ver terminada las obras de ampliación de dicho establecimiento educacional. Un hecho que se pensó estaba a punto de concretarse cuando, en diciembre de 2017, el ministerio de Obras Públicas hizo entrega de los terrenos a la empresa que se adjudicó los trabajos tras la licitación.

Sin embargo, y como ha sido la tónica durante todo este lamentable proceso, esta semana se informó de un nuevo retraso lo que significará que las obras no serían entregadas en la fecha estipulada, las autoridades estiman que los trabajos sufrirían un retraso de 30 días más.

Desde el gobierno comentan que en febrero de este año la empresa a cargo de las obras detectó fallas estructurales en el edificio que quedó a medio construir. Fallas que no habían sido alertadas cuando, en el periodo de gobierno anterior, se realizó un estudio para determinar precisamente esas situaciones, sino que más bien están apareciendo, conforme van avanzando los trabajos de reposición de la dicha infraestructura.

Es de esperar que sea este el único problema y el único retraso que presente este proyecto, puesto que son miles de millones los que se han invertido, de hecho se anunció una nueva inyección de recursos ($300 millones), para subsanar las fallas detectadas, recursos que no se sabe cuándo serán entregados pese a que en febrero ya había conocimiento sobre estas fallas detectadas.

El intendente regional dijo que lo más importante no son los plazos en los que se entregue la obra sino que lo importante es entregarles una infraestructura que cumpla con todos los parámetros de seguridad y calidad que la ciudadanía, y en especial la comunidad estudiantil.

Si se terminará o no esta obra, tendremos que seguir esperando, algo que los calameños venimos haciendo desde hace 14 años. Ahora sólo hay que seguir esperando y confiar.