Ajustes en el rubro inmobiliario
La escasa demanda ha obligado a bajar los precios de arriendos y ventas de inmuebles, acercándose a la realidad de una comuna como Calama. La burbuja inmobiliaria que la ciudad vivió durante este milenio se desinfla, pese a que los especuladores siguen realizando esfuerzos por mantenerla.
Según el último informe de la Cámara Chilena de la Construcción, filial Calama, este año no se han generado nuevos proyectos inmobiliarios en la comuna y se sigue con una sobreoferta en venta y arriendos. Esta realidad obligó a propietarios, corredores de propiedades e inmobiliarias en reajustar a la baja sus valores.
Según entendidos en el rubro, el mercado inmobiliario local tiende a estabilizarse respecto a la realidad de la comuna y que por años estuvo sobredimensionado por el "boom" minero.
De hecho fueron muchos los propietarios de viviendas que aprovecharon el momento para levantar ampliaciones y arrendarlas a precios que hoy se hace imposible pagar. Se llegó a cobrar más de 200 mil pesos par habitaciones de 3x3 metros y con baño compartido, algo que ya se está corrigiendo a la verdadera realidad habitacional de la comuna.
Se prevé que esos precios elevados tendrán que bajar debido a la oferta. Antes empresas y trabajadores pagaban lo que se pedía, hoy se busca el mejor precio y no son pocos loa que han leído lo que ocurre en el mercado y se han ajustado, pero los valores siguen por sobre la media nacional.
Se habla de precios de 700 mil pesos por arriendo en viviendas del sector Lomas Huasi o el Peuco, precio rebajado a lo que se cobraba hace 2 años, pero que no es menos a lo que se paga en otras comunas por inmuebles similares.
Mirado desde es punto de vista aún falta para que los precios se estabilicen a la realidad calameña y con ello quienes optan por asentarse en la zona y comprar una propiedad accedan a precios similares a los que se conocen en el resto del país.
La burbuja inmobiliaria que la ciudad vivió durante este milenio se desinfla, pese a que los especuladores siguen realizando esfuerzos por mantenerla, pero todos los indicios económicos apuestan a que ya no habrá un nuevo boom minero, el superciclo del cobre no se volverá a repetir y la existencia de la comuna tendrá que vivir la realidad que le corresponde y que identifica a las comunas del norte.