Karen Cereceda Ramos
Caminar por las calles centrales de Calama a eso del mediodía puede llegar a ser toda una odisea, puesto que los peatones deben transitar esquivando a la decena de vendedores ambulantes.
Calcetines, música, la última novedad para los niños y niñas, lentes, queques, roscas y alfajores, son sólo algunos de los productos que allí se ofrecen y la mayoría de las veces a un precio totalmente asequible para los loínos.
Esta es una realidad que se replica en todas las ciudades de Chile y muchos, incluso, pueden considerarlo como parte del patrimonio local.
Sin embargo, esta actividad trae consigo una serie de inconvenientes y externalidades puesto que no todos los que realizan este oficio, lo hacen de forma legal, pagando los permisos correspondientes y vendiendo productos que fueron obtenidos de forma honesta.
Esto, además, genera descontento en el comercio establecidos, quienes ven cómo estos ambulantes informales acaparan a los consumidores.
Y si bien la percepción de los loínos es que la cantidad de vendedores ambulantes aumentó en Calama en estos últimos meses, de acuerdo a lo manifestado por la jefa de la Dirección de Inspección de la municipalidad, Magaly Gutiérrez, el 20% de los que venden en la calles centrales lo hacen de forma ilegal.
Radiografía
Según las estadísticas proporcionadas por la Dirección de Inspección, en la comuna hay registrados 481 permisos para realizar el comercio ambulante.
Estos permisos se dividen por sectores y calles. Es así como en el centro hay 115 permisos que se reparten en Latorre, Vargas, Abaroa, Antofagasta, el Mercado Municipal, el Parque Manuel Rodríguez (interior y exterior), el Paseo Ramírez y la Plaza 23 de Marzo.
En estos dos últimos lugares, Gutiérrez comentó que muchos de los comerciantes, en su mayoría artesanos, se han reubicado en otros sectores del centro, puesto que se está desarrollando un plan para despejar estos lugares y dejarlos exclusivamente para el tránsito peatonal.
El catastro municipal también detalla de la existencia de 20 permisos para vendedores que se ubican en la Feria Modelo, tanto en el sector de los estacionamientos como los que recorren el interior de la feria ofreciendo sus productos.
En la avenida Balmaceda, el municipio entregó cuatro permisos para la venta de flores naturales. En tanto, los permisos actuales para la venta ambulante en los cementerios llega a los siete.
Quienes también deben trabajar con permiso municipal son los que venden productos fuera de los establecimientos educacionales, los que de acuerdo al catastro actualizado del municipio suman diez.
En el parque El Loa también hay un número importante de vendedores ambulantes, los que en su mayoría llegan durante los fines de semana. Aquí el municipio entrega patentes tanto para quienes están al interior como los que se ubican en el exterior. El número de permisos es de 20.
En el caso del terminal agropecuario, son dos los permisos autorizados y en la feria rotativa llega a los nueve.
También se entregan permisos de temporada, los que suman seis.
Finalmente son los permisos para trabajar en la periferia de la ciudad, los que suman la mayor cantidad de vendedores. Ello es 288.
De acuerdo a lo que explicó la jefa de Inspección Municipal, estos permisos son para que los comerciantes "no estén en las ferias. De hecho, se establece que no puede quedarse a menos de 200 metros de la feria. Generalmente lo que se otorga es ambulante, es que debiera trasladarse con un carro rodante, moviéndose y vendiendo fuera del límite del centro de nuestra ciudad".
Desempleo
El último informe de desempleo, emitido por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a fines de julio, develó que la tasa de desocupación que registró la comuna de Calama alcanzó un 11,1%, lo que se traduce en 8 mil 409 loínos desempleados.
Ello es un escenario propicio para que muchas de estas personas decidan emprender un nuevo negocio, dedicándose, en algunos casos, a la venta ambulante.
Una realidad que no es ajena para el municipio y de la cual están conscientes. "Para nosotros es un tema no menor, porque efectivamente por una parte, se nos presenta la disyuntiva de lo que significa un tema social porque para que llegue un comercio ambulante es porque esa persona no tienen otra fuente laboral y por otro lado, también nosotros estamos intentando fuertemente limpiar las calles principales para que sean de tránsito peatonal", comenta la jefa de inspección municipal.
Agregó que están realizando un trabajo en conjunto con la gobernación provincial de El Loa y otras organizaciones a fin de erradicar el comercio ambulante de los sectores peatonales, pero también por el lado social como municipio, "estamos haciendo evaluaciones sociales a las personas para poder saber cuál es su realidad frente a la postura de trabajar en la calle", dijo.
Esto tiene como objetivo que los ambulantes que se vieron en la obligación de trabajar bajo esta modalidad puedan regularizar su situación.
"Nosotros queremos que obviamente si va a ver comercio en la calle, que ese comercio esté legalizado, esté formalizado", puntualizó Magaly Gutiérrez.
Una opinión que comparte la gobernadora provincial de El Loa, María Bernarda Jopia quien esta semana realizó una fiscalización en calle Latorre, precisamente por el tema de los vendedores ambulantes.
"Vamos a o continuar con estas fiscalizaciones porque pensamos que en Calama ha proliferado mucho el comercio ambulante, el comercio ilegal y la verdad de las cosas es que es la gente que está establecida la que está en desmedro de ello", dijo la autoridad provincial.
Al consultarle a la gobernadora sobre la relación que podría tener este posible aumento de ambulantes con el alto índice de desempleo que hay en Calama, la autoridad dijo que a la comunidad se les ha dado todas las facilidades para fomentar el emprendimiento y regularizar su situación, "y no lo hacen por que es más fácil entonces".
Añadió que no pueden amparar este tipo de negocios, "solamente porque nosotros como ciudad hemos subido el índice de desempleo. Por lo contrario, creemos que debemos a ayudar aquellos que daban harto empleo y que ahora no pueden por este tipo de situaciones", explicó Jopia.
Ordenanza
En la actualidad el municipio de Calama se encuentra en la etapa de socialización de la futura ordenanza que busca regular al comercio ambulante.
Según detalló la jefa de inspección municipal, Magaly Gutiérrez la idea es que diversas direcciones municipales que tienen relación con el tema puedan revisarla, "para conocer, también desde su mirada, cuál es el aporte y las sugerencias respecto a esta ordenanza", dijo e informó que luego de esta etapa se llevará a conocimiento del concejo municipal para que se apruebe o rechace.
Respecto de si esta normativa municipal considera una multa para quienes compren en el comercio ambulante informal tal como ocurre en Concepción y Providencia, la funcionaria municipal comentó que ello, hasta el momento, no estaba considerado
"Estamos haciendo evaluaciones sociales a las personas para poder saber cuál es su realidad frente a la postura de trabajar en la calle".
Magaly Gutiérrez, Inspección municipal"
"Vamos a o continuar con estas fiscalizaciones porque pensamos que en Calama ha proliferado mucho el comercio ambulante".
María Bernarda Jopia, Gobernadora Provincial"
115 son los permisos vigentes en la municipalidad de Calama para que dichos dueños puedan realizar comercio ambulante en el sector centro de Calama.
11,1% fue el índice de desempleo que registró Calama en el último trimestre móvil analizado por el INE una cifra que podría contribuir al aumento del comercio ambulante.
10 permisos para venta ambulante en escuelas y colegios de la ciudad han sido autorizados por el municipio de Calama.