Secciones

Director del Museo de la Memoria afirma que el golpe de Estado "no era inevitable"

HISTORIA. Francisco Estévez llamó a la "autocrítica" por parte del oficialismo.
E-mail Compartir

El director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Francisco Estévez, dijo ayer que el golpe de Estado de 1973 "no era inevitable", y que las críticas hacia la institución cultural a su cargo se deben a una falta de "autocrítica" de sectores oficialistas.

"Uno puede suponer que siguen pensando que las violaciones a los derechos humanos fueron inevitables. Por ese este museo es incómodo. Porque este museo dice que el golpe no era inevitable y que tampoco era inevitable que se violaran los derechos humanos", dijo Estévez a la agencia DPA.

"El museo no debería ser incómodo, a menos que la derecha no se haya hecho una autocrítica y ese es el gran problema. Lo que la derecha le debe al país es una profunda autocrítica de porqué dejó caer la democracia y de porqué avaló las violaciones a los derechos humanos", agregó el historiador.

En medio de la controvertida salida de Mauricio Rojas del Ministerio de las Culturas, por afirmar que el museo era "un montaje", desde el oficialismo surgió el planteamiento de que la muestra no consideraba el "contexto" de lo ocurrido, en referencia a las causas que llevaron al golpe de Estado.

"Lo que ellos quisieran es que este museo mostrara lo que ellos llaman 'el contexto', y el contexto sería justificar la inevitabilidad del golpe. Lo que nosotros hemos sostenido es que el único contexto de las violaciones a los derechos humanos que este museo muestra es la dictadura, es decir, que si no hubiese habido golpe de Estado en 1973 y no se hubiese instalado una dictadura, no se hubiesen cometido las violaciones a los derechos humanos".

El Presidente Sebastián Piñera propuso un museo de la democracia. Al respeto, Estévez respondió que su museo "también un museo de la democracia, en el sentido de que muestra la importancia de la democracia y de cómo la gente luchó por la democracia".

Entrar en modo REP

E-mail Compartir

Felicitamos el buen espíritu de la ley que prohíbe las bolsas plásticas derivadas del petróleo porque es una iniciativa que busca reducir el uso de materiales contaminantes en el planeta. Sin embargo, creemos que la lógica que busca eliminar el plástico y, prontamente, las bombillas debe apostar por invitar a los emprendedores a buscar soluciones ecológicas -diferentes al plástico convencional- que permitan enfrentar los nuevos dilemas que exige el consumo.

Es decir, no basta prohibir, es necesario regular las alternativas como única forma de tener productos sustentables.

A partir de un biopolímero, en Bioelements logramos confeccionar un producto biodegradable, no biotóxico ni tóxico por metales pesados, permitiéndonos afirmar con 100% de certeza que es posible obtener una bolsa sin derivados de petróleo con componentes que no dañan el medio ambiente.

Ser biodegradable significa servir como fuente de energía para diversos microorganismos; no ser biotóxico implica que su composición al degradarse en cualquier ambiente -sea éste acuoso, vertedero, relleno con o sin oxígeno- no deje desechos contaminantes; y no tóxico, que sus componentes no contengan metales pesados.

Hemos confeccionado una bolsa resistente y competitiva. La llevamos a certificar al Dictuc y al Idiem, organismos aprobados por el Instituto Nacional de Normalización (INN) que ratificaron oficialmente su condición y determinaron que sus componentes cumplen con la normativa nacional e internacional.

Queremos que las soluciones que surjan en reemplazo al plástico sean mucho mejores que lo que permite la normativa medioambiental. Por eso, creemos fundamental contar con este tipo de certificaciones que confirmen que los nuevos productos realmente sean ecológicos y sustentables.

José Ignacio Parada