Hay miles de familias que están a la espera de una casa o un departamento propio, para poder mejorar su calidad de vida y sobre todo terminar con el costo de pagar arriendo.
El mecanismo de postulación a través del Serviu se arrastra hace décadas, pero no siempre las políticas de construcción han sido iguales a la demanda.
En el caso de Calama, los proyectos inmobiliarios para clase media, emergente y sectores vulnerables no dan abasto para toda la demanda que hoy se ha intensificado con el aumento de la población de inmigrantes.
Tras el incendio en la toma de Frei Bonn, que afectó a un centenar de familias, se reactivaron las iniciativas para poder contar en el futuro con proyectos de viviendas sociales, y de esta manera se ha puesto la primera piedra para la construcción de 439 casas, en su primera etapa, en la población René Schneider.
Así se busca reactivar la edificación para estos sectores sociales y al mismo tiempo poner fin a las tomas irregulares de terrenos.
Este es un proyecto que debió iniciarse el año pasado y ahora se busca apurar aquellos planes que están en carpeta.
Junto a este trabajo de impulsar nuevos proyectos sociales, es necesario revisar el tema de la propiedad y la presencia de terrenos eriazos dentro de la ciudad.
Hay muchos sitios que debieran regularizarse y otros ser reintegrados a Bienes Nacionales, porque no están siendo utilizados para lo que fueron asignado en su oportunidad.
Esto ayudaría a levantar más planes habitacionales en la ciudad e ir terminando con sitios eriazos dispersos en diferentes sectores.
De acuerdo a estimaciones no oficiales, hay un déficit de cinco mil viviendas sociales para poder satisfacer todas las necesidades en Calama y que será considerado en el Plan Zona Norte que busca traspasar terrenos de Bienes Nacionales para la edificación de viviendas a bajo costo por parte del Serviu.
Esperamos que pronto puedan verse las primeras respuestas a tanta necesidad habitacional.