Redacción
Hasta el último minuto albergó una secreta esperanza de que el cuerpo encontrado en el río no fuera el de su hijo.
Hubo muchos indicios, entre ellos la ubicación de una cédula de identidad, que lo hacía también ponerse en el peor escenario.
Sin embargo necesitaba escuchar la información oficial, esa que llegó la tarde del pasado jueves.
Las pericias científicas realizadas por personal del Labocar de Antofagasta despejaron todas las dudas.
El hallazgo correspondía a Sebastián Rojas Díaz, el joven de 27 años a quien se le perdió el rastro el 14 de abril pasado.
Cinco meses de sufrimiento que llegaban a su fin y que entregaban algo de conformidad a sus seres queridos.
"Nos deja más tranquilos, más asumiendo ya lo que podríamos haber asumido mucho tiempo atrás. Pero siempre hasta el día de ayer nos quedaba un poco esperanza de que no fuera él", relató emocionado su padre, Marcos Rojas.
Un espera que se extendió por cinco meses, sin saber qué había ocurrido con su hijo. Por qué de un momento a otro había desaparecido sin dejar rastro.
Los últimos cinco días fueron los más dolorosos, con la incertidumbre de saber si era o no efectivamente su hijo.
Pero cuando la información es ratificada y tienen la paz de saber que lo podrán despedir, comienzan una serie de interrogantes a las que buscarán respuestas.
Aunque preliminarmente la autopsia no arrojó la intervención de terceras personas, al padre no le hace sentido que su hijo haya llegado por su propia voluntad al sector donde fue encontrado.
"Es el trabajo que tiene hacer la policía, debe hacer su pega y hacerla bien. Que se haya descartado terceras personas, no quiere decir que alguien lo llevó para allá. O si el cayó o falleció producto de una fractura por ejemplo, pudo haberse caído. O alguien pudo haberlo empujado. No nos hace sentido haya llegado solo", agregó Marcos.
¿cómo llegó al río?
Para ellos resulta imposible que Sebastián haya decidió apartarse por decisión personal, por eso esperan se siga investigando y se aclare qué fue lo que sucedió.
"Lo único que podemos sacar conjeturas es que no nos cabe en la cabeza que él se haya querido apartar de la familia o quitarse la vida, va a ir a caminar 50 kilómetros, es absurdo", agregó su padre.
Saben que puede ser un proceso de largo aliento, pero luego de esperar tanto para ubicarlo, no quieren quedarse con la sensación que no se hizo todo lo posible para aclarar que pasó con Sebastián, saber cómo llegó allá y si lo hizo por opción propia o inducido por terceros.
"Es cosa de lógica no más. No me hace sentido que se haya ido solo. Adonde va a caminar, subir dos quebradas, donde se encontró y ¿solo? Y después ponga un S.O.S. La policía tiene que hacer su trabajo y tratar de hacerlo bien. A nosotros solo nos queda el dolor de haber perdido a mi hijo, un hermano, en fin. Por lo menos ya estamos conformes, ya lo tenemos con nosotros, por lo menos", prosiguió Marcos.
Hoy recuperaron algo de paz, sin embargo sabe que esto todavía tiene mucho tiempo más que para termine.
Esperan poder decir adiós a Sebastián la próxima semana, cuando el Servicio Médico Legal le entregue sus restos para despedirlo con su familia y su círculo más íntimo.
"Pensamos que será la próxima semana, tal vez entre martes y miércoles, creo que el médico ha estado trabajando full time y debiera salir la próxima semana", remató el padre de Sebastián.
Cinco meses de larga espera que terminaron con la ubicación de Sebastián. Nunca perdieron la esperanza de encontrarlo con vida, pero saben que al menos tienen la oportunidad de despedirse, esto, mientras la policía sigue con la investigación.