Tras la última fecha del campeonato de la Primera "B", el cuadro de Cobreloa quedó en una zona expectante respecto a las posibilidades de regresar a la serie de honor de forma directa. Está a dos punto del líder Coquimbo Unido, a tres fechas del término del certamen, y con claras esperanzas de que el retorno se produzca sin mayores preámbulos.

Claramente la primera opción sigue siendo de los coquimbanos, quienes tienen que ganar los tres partidos para asegurar el título y el ascenso, pero las esperanzas de que vivan un traspié y que los naranjas cumplan tres fechas de triunfos no se descarta, es más de acuerdo a los rendimientos demostrados en los últimos encuentros es absolutamente posible.

A esa opción es la que se aferra la fiel hinchada del elenco minero, y también el actual plantel, saben que deben dejarlo todo en el terreno de juego y luchar por los nueve puntos que quedan en disputa.

Desde las huestes loínas irradian tranquilidad y piden apoyo, pero ese apoyo incondicional que sea decisivo para levantar al equipo cuando atraviesa por circunstancias complicadas o cuando no salen las cosas.

Es en esas ocasiones que las palabras de aliento resuenan con mayor fuerza en los corazones de los jugadores y les ayuda a superar los escollos que le presenten los rivales.

El apoyo desde las graderías es primordial para animar a un conjunto que ha luchado mucho para estar en estas instancias. Se ha sobrepuesto a resultados muy adversos y también a cambios en la dirección técnica que no han contribuido para que las cosas se hicieran más fáciles, pese a ello la posibilidad sigue intacta.

Por el momento sólo resta apoyar a los jugadores y al técnico Rodrigo Meléndez para que logre el objetivo de ascender, si no se da el de forma directa está la alternativa de ganar la liguilla y si existe una mentalidad fuerte para afrontar lo que viene existirá tranquilidad para enfrentar una difícil liguilla en caso que sea necesario.

Cobreloa está a punto de volver a hacer historia y lograr un ascenso en medio de un claro respaldo.

Hemos sido testigos de los graves hechos de violencia que se han producido en liceos emblemáticos de nuestro país.

Primero fue aquel delincuente disfrazado de alumno que roció con bencina a una profesora, luego el que tiró una bomba molotov a otro compañero, y ahora un grupo de estudiantes que golpearon en el suelo a un carabinero.

Llegó el momento de ocuparse, mas que de preocuparse. El proyecto "Aula Segura", presentado por el Presidente Sebastián Piñera, permitirá expulsar o cancelar la matrícula de alumnos que cometan hechos graves de violencia.

Esto, mediante el fortalecimiento de las facultades de los directores de establecimientos públicos y particulares subvencionados, incorporando un nuevo procedimiento que permita la suspensión inmediata de aquellos alumnos que participen de hechos delictuales que afecten los derechos y la integridad de los miembros de la comunidad estudiantil.

Llegó el momento de poner orden en las salas de clases. No más violencia, terminemos con el secuestro de la educación pública.

Quiero ser clara en esto, porque algunos parlamentarios de oposición han dicho de todo con tal de entorpecer la agenda del gobierno. Según algunos este proceder sería inconstitucional por no garantizar el debido proceso, lo que es falso.

Por si no se han interiorizado del proyecto, este contempla un procedimiento claro y va más allá incluyendo disposiciones para la reubicación de aquellos violentistas que sean expulsados, que no será una cosa antojadiza, sino por el bienestar de la población estudiantil.

Es poco entendible como algunos piensen que es inconstitucional expulsar a un alumno que lanza una molotov al interior de un liceo o colegio, o que rocía con bencina a un profesor.

A ellos les hago un llamado, a dejar sus ideologías de lado y a que aprueben el proyecto, es una necesidad y responsabilidad para quienes serán el futuro de nuestra sociedad.