BORIS MARTÍNEZ CHANDÍA
Ya no es novedad escuchar de la "irrupción digital" que cambia la manera de vivir, trabajar y comunicarse. La Industria 4.0, la nueva revolución industrial y sus conceptos subyacentes, como Internet de las cosas, analítica de datos, real time y otros, son temas actuales y de futuro. Lo digital sintetizado con lo físico, lo biológico y lo social.
Gartner indica que hay más de 8.000 millones de objetos conectados a internet en el mundo, que permitirán habilitar una serie de nuevos servicios basados en el análisis de datos. De acuerdo a las cifras de CISCO en los próximos años se generarán beneficios económicos por más de 19 trillones de dólares para los que entiendan y gestionen estas oportunidades. Según Schwab, antes de 2025 es muy probable que el 10% de las personas usen ropa conectada a internet, el primer automóvil impreso en 3D esté en producción, un primer gobierno sustituya su censo poblacional por uno basado en Big Data y el 30% de las auditorías corporativas sean realizadas mediante inteligencia artificial, entre otros espectaculares y disruptivos cambios.
¿Cómo, entonces, puede una empresa tomar ventaja de esta revolución? Sin duda, la respuesta es compleja.
Cuatro elementos claves en la revolución digital
a) Las TIC deben dejar la periferia y transitar hacia el centro de la propuesta de valor del negocio. Esto significa que, el actual rol facilitador de las redes de comunicaciones, debe complementarse con las variadas y nuevas tendencias tecnológicas, para convertirse en creadores de oportunidades de nuevos negocios, donde lo digital es fundamental. La incursión de Apple y Google en el sector automotriz es prueba de ello.
b) Se requieren nuevos conocimientos y talentos, tales como científicos de datos, especialistas en experiencia de usuario, arquitectos de software, desarrolladores de aplicaciones, entre otros. Consiguientemente, se requieren directores hábiles para coordinar y liderar este desafío de aprendizaje y de cambio. La reconversión china para ser una economía de innovación y servicios o la experiencia de OpenAI en inteligencia digital, son prueba de esto.
c) Debe apostarse por investigación, desarrollo, creatividad e innovación. Con el fin de instalar prácticas de trabajo ágil que permitan fallar temprano y barato (Amazon mejora su software cada 11 segundos), que permitan co-construir soluciones efectivas con los clientes; WhatsApp cuenta con al menos 80 ingenieros para atender a más de 1.000 millones de usuarios y hacer un delivery continuo de soluciones.
d) En todo caso, las capacidades necesarias para configurar la propuesta de valor rara vez están bajo dominio propio, y es por ello que se debe desarrollar una nueva habilidad: la Gestión del Ecosistema. Esto va más allá de abrir las puertas para compartir ideas con clientes, lo que en realidad se busca es ser capaz de co-crear y colaborar efectivamente con los distintos stakeholders relevantes. La experiencia de asociación entre el gigante Siemens y Ayasdi apunta en este sentido.
La necesidad de la innovación abierta
Históricamente se ha asumido que las innovaciones se originaban y desarrollaban desde el interior de la organización utilizando su base tecnológica, en una secuencia lineal donde, progresivamente, los proyectos se iban descartando esperando que alguno alcanzara el mercado. Esta perspectiva ya no es posible.
Hoy se requiere una visión abierta que permita reconocer las bases tecnológicas y de negocio, de origen externo, desde un inicio e incorporarlas en cualquier fase de desarrollo de la innovación. También es necesario considerar distintas salidas alternativas al tradicional lanzamiento al mercado, dada la riqueza y diversidad colaborativa que se propicia entre los participantes relevantes. Esta perspectiva abierta constituye una obligación en el llamado Ecosistema Innovador.
Cada segundo se crean 3 nuevas startups en el mundo, que pueden dejar fuera del negocio a cualquiera: la empresa "tradicional" ¿está preparada para afrontar este desafío?
Téngase presente que la revolución digital requiere más que páginas web, gestión de redes sociales y comercio electrónico. Esta nueva era demanda estrategia y estrategas digitales y estrategia y estrategas creativos e innovadores. Esta nueva era ya llegó.