Ricardo Pinto Neira
Más allá del buen ambiente en los trabajos de Cobreloa, la "Operación Retorno" se siente en cada rincón del club de campo. Hay confianza pero mucha concentración. No se deja detalle al azar y los jugadores palpitan esa presión extra que en clubes como el loíno siempre impregna el entorno.
"Se siente esa ansiedad y uno la va trabajando con los años. Aún así, uno no puede decir que está acostumbrado a esto, porque cada final tiene un componente distinto, una ilusión distinta. Yo trato de llevarla bien pero uno igual comienza a pensar cómo se puede dar ese partido final, mira a los rivales, analiza lo positivo que tienen, las fallas. Se pone en todas las situaciones", dice el golero Raúl Olivares, uno que ya sabe de definiciones en liguilla y ascensos, donde en 2007 subió con Santiago Morning a Primera División.
"Igual es entretenido ver todo desde fuera, sin esa tensión de estar nosotros dentro de la cancha. Siento que los cuatro equipos que llegaron a la liguilla son complicados pero de jugar a jugar, siento que Wanderers y Valdivia junto a nosotros son los que mejor juegan", dice el golero.
"La Araña" no se hace problema por la definición de cuándo se juegue la segunda final del ascenso, la que definirá todo en Calama. "Yo espero que respeten a la gente nuestra, que tiene pasajes comprados para venirse a ver el partido, entiendo, por lo que he leído. A nosotros como plantel no nos va a perjudicar jugar de día, de noche, un domingo o un lunes. Si queremos hacer historia tenemos que estar a la altura de la historia y ganarle al que sea, donde sea. Creo que tenemos equipo para eso y en este plantel, todos queremos ganar la final y quedar en la historia del club. Además, nos jugamos más que un ascenso. Hay contratos, está la familia detrás, está el futuro cercano en juego", reconoce.
Evaluación
El golero es uno de los experimentados dentro del plantel y por ello, no tiene dudas de cómo se debe jugar la final, más cuando jugadores vitales en el nivel del equipo como Mario Parra, Matías Álvarez, Jorge Luna, Lucas Simón y Guillermo Firpo están a una tarjeta amarilla de perderse el duelo de vuelta si son amonestados.
"Si están en al ida o no, eso lo definirá Rodrigo -Meléndez- pero conociéndolo y conociendo a mis compañeros, siento que todos van a estar, que todos quieren jugar y que no habrá espacio para la especulación en la ida", asegura.
Más allá de cómo le vaya al equipo en la final, el meta naranja sabe que la segunda parte del torneo fue más que positiva y a esta altura del año hace una dura autocrítica del primer semestre del equipo.
"Mucha gente dice que podríamos haber estado celebrando y yo siento que si hubieses hecho la misma segunda rueda que hicimos y en la primera no hubiésemos estado tan mal, seguro hoy estaríamos de vacaciones con el ascenso asegurado", detalla.
¿Qué falló? Olivares admite que "éramos un grupo nuevo, no nos conocíamos y había partidos donde hacíamos movimientos equivocados. Con la Copa Chile nos dimos cuenta de eso y se notó el cambio. Ahora, hay que asumir que en la segunda rueda perdimos puntos como con Coquimbo y Santiago Morning en casa o la derrota en el final con Valdivia que hoy nos tendrían celebrando el título. Pero no nos podemos castigar pensando en eso si es que tuvimos un repunte que nadie esperaba y nos ganamos una opción no menor de jugar la final y definir el ascenso en casa, con nuestra gente".
Al igual que Lucas Simón, "La Araña" tiene claro que esta final define el año de Cobreloa. "Si la ganamos vamos a ser los que devolvimos al club a primera división y eso es historia. Y tengo claro que si no la ganamos, vamos a ser un fracaso y nadie se va a acordar del año que hicimos".
Arbitrajes
El guardavallas de "Los Zorros" también repasó el trabajo de los arbitrajes en Primera B. "No tengo ninguna suspicacia con quién nos vaya a dirigir en la final. De seguro va a ser uno de primera y en los partidos que nos tocó arbitrajes de primera división, definitivamente se notó la diferencia. Tienen otra experiencia, otro manejo de la situación". dice.
Aunque subraya que "no es que yo esté en contra de los arbitrajes en Primera B. Ellos hacen su trabajo y tratan de hacerlo lo mejor posible. Lo que nunca me cuadró fue que tienen criterios tan dispares, entonces, muchas veces no sabes con qué te vas a encontrar. Por ejemplo, recuerdo que con Santiago Morning, le tocábamos al nueve -Escalante- y cobraba foul cerca del área. Eso agranda al rival. Y en otros partidos, a Lucas -Simón- lo empujaban siempre y el árbitro era de 'juegue, juegue'. Siento que debería existir un criterio más o menos similar".
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