Ricardo Pinto Neira
Como muchos entrenadores exitosos que trabajan en el fútbol actual, Víctor Rivero tuvo un pasado como jugador que para muchos pasó inadvertido. Tanía 20 años cuando debutó con San Luis de Quillota como un incipiente arquero que provenía de Municipal Limache. Sólo alcanzó a jugar nueve años como profesional y se retiró en Unión La Calera.
Todo porque eligió emprender una carrera que en cuatro temporadas lo situó como uno de los entrenadores más prometedores del fútbol chileno. Tiene 38 años, dirigió cuatro clubes y con dos consiguió campañas inigualables que lo llevaron a ascender. San Luis en 2015 y Unión La Calera en 2017, precisamente los equipos que le dieron la opción de ganarse un lugar dentro de una cancha de fútbol.
Muy cercano a su entorno y distante del resto del ambiente futbolero, Rivero es definido por quienes lo tuvieron "de jefe" como un entrenador extremadamente metódico. "Es de mirar muchos videos, de utilizar la tecnología para analizar los movimientos, no conversa mucho con los jugadores y eso se lo deja a su cuerpo técnico", dice Rafael Viotti, uno que sabe de éxitos con el DT y que podría llegar con él a Calama.
El arquero Claudio González, el "Halcón" -que también podría arribar a Calama aunque desconoce acercamientos formales- destaca la calidad profesional del adiestrador. "Víctor es un tipo que se asemeja mucho a su forma de jugar. Es frontal y en lo futbolístico, es un técnico de esos a los que le gusta meter presión constante en todos los sectores de la cancha. Por eso uno cree que con la altura y su estilo de juego, Cobreloa debiese ser un equipo que no te deje jugar sobre todo en su cancha".
Vertiginoso
El estilo de Rivero apunta a jugar con línea de tres defensores, con dos laterales volantes con la función de cerrar en caso de que se cometa un error a la hora de salir del fondo de cancha.
Lo suyo es presión alta cuando el rival lo permite. Si es el contrincante quien pone mucha presión, Rivero es de apostar a los pelotazos desde el fondo -jugar largo- y con ataques directos. Por ello, la posesión no es uno de los temas que esté dentro del diccionario estratégico del porteño.
Quien fuera el técnico revelación del primer semestre del año pasado en la primera división dirigiendo a La Calera tampoco tiene un perfil definido o intransable. El mismo reconoce que "depende mucho del rival y de las decisiones que toman los jugadores dentro de la cancha".
Por lo mismo, ese Cobreloa dominante, tradicional, el del "10" que maneja al equipo tendrá que seguir esperando. El nuevo DT naranja apuesta por el pragmatismo. Y sus números lo avalan completamente.