Los poemas de una rebelde que nunca se fue muy lejos
Tres chilenos tradujeron al español a la poeta norteamericana Emily Dickinson: Verónica Zondek, Enrique Winter y Rodrigo Olavarría hablan de las cartas y los versos de una autora que nunca salió de su terruño.
Enrique Winter, autor del prólogo de "Zumbido" (Universidad de Valparaíso), lideró el equipo de traducción colectiva: Winter, Verónica Zondek y Rodrigo Olavarría.
Winter ha publicado traducciones de Charles Bernstein y participó en un proyecto similar con la obra de Philip Larkin ("Decepciones") de la misma editorial.
Verónica Zondek tradujo a la escritora Anne Carson, a quien acompañó en su visita a nuestro país presentando "Red Doc>" (LOM), también a Anne Sexton y Derek Walcott, entre otros. Rodrigo Olavarría ya es conocido por traducir a Allen Ginsberg para la editorial Anagrama. Su último trabajo es "La máquina blanda" (Hueders), que es parte de una trilogía donde William Burroughs descompone el lenguaje. Los tres han publicado traducciones fuera de Chile y tienen una obra literaria que considera prosa y poesía.
La cuñada
Cada uno se acercó a distintas profundidades de Emily Dickinson. Olavarría, que comenzó a trabajar en sus traducciones en noviembre del 2015, leyó "frenéticamente ensayos desde los setenta hacia adelante. Así encontré la relación con su cuñada, Susan Gilbert Dickinson, que es la relación más importante de su vida, para mí al menos. Le escribe poemas de amor, que pueden ser románticos o no, es imposible saberlo. Emily dice que es su Laura, su Beatriz, su musa, y no solamente, porque musa es una posición muy pasiva. Susan Gilbert fue la única persona pudo corregir los textos de Dickinson, porque ella lo aceptó".
Veróniza Zondek halla una nueva perspectiva en la decisión de Dickinson de permanecer en Amherst, Massachusetts: "Ella no tuvo muchas opciones para dedicarse a lo que la apasionaba y su opción fue aislarse en su casa, no casarse, no meterse en un convento. Fue la manera que ella encontró para sí misma. Yo me imagino tomando decisiones como esas, 'este encierro es la única opción era libertad'. Se nota en la escritura de Emily ese vuelo libertario. Contra la industria del turismo, ella compró su cuarto la libertad".
Piedra angular
Winter realiza clases de escritura creativa en Colombia y Chile. Y enseña a Dickinson como una piedra angular de la poesía moderna: "Fue fundamental en su relectura de las lenguas originales del nuevo mundo. Se suele considerar a Walt Whitman como el padre de la poesía estadounidense, pero realmente hay dos madres, porque Emily Dickinson, en el siglo XIX, y Gertrude Stein, en el siglo XX, cambiaron las condiciones de las cuales se construye la poesía. Dickinson perturba los metros de la poesía, cambia la rima por una que no termina de sonar del todo, nos hace conscientes de que el lenguaje es artificio y que no es transparente, que sucede algo distinto a lo que está sucediendo afuera. Ese tipo de libertades se podía tomar solo en países que se estaban creando, como Estados Unidos".
Los tres -Zondek, Olavarría y Winter- son críticos con las anteriores traducciones. Para Verónica Zondek "todas las traducciones que había leído me habían costado muchísimo, prefería leerla en inglés". Winter afirma que le dolía como se presentaba a una poeta de esta radicalidad, de esta capacidad de ruptura, como si fuera simplemente una mujer romántica, con un problema de socialización con el mundo. Entonces sentí que era urgente traducir al español esa tensión entre canción infantil y zona sombría".
Olavarría profundiza en la falta de matices al trasvasijar al español esa ambivalencia: "La mayoría de los traductores de Emily Dickinson por aclarar los pasajes más oscuros estaban haciéndola más oscura. Trabajamos con versiones originales de los poemas publicados y recuperadas el 2016, que nos sirvió para reparar un montón de erratas históricas".
Olavarría detalla: "Cada uno trabajó por su lado. Luego comenzamos a tener conversaciones por Skype, donde leíamos los poemas y cada uno hacía sugerencias al traductor principal".
La misma sinergia reconoce Verónica Zondek: "Conversamos montones, como que se amplió los registros de la Emily dentro de mi cabeza. Dickinson es simple y compleja a la vez".
Como es tradicional en esta colección de la UV, aparte de los poemas y el contenido visual (esta vez ilustraciones de Lea Kleiner al interior y cubierta) se incluye material complementario que enriquece la edición. El número tres se vuelve símbolo: cada uno de los tres traductores se encarga de treinta poemas y tres cartas.
Este apéndice de escritura íntima muestra otras caras de Dickinson. Olavarría descubrió en su lectura la "fascinación por las cartas y su ternura. No era para nada un monstruo. Yo traduje una carta de amor a Susan Gilbert, otra a un destinatario desconocido y una tercera a un amigo que la había visitado para discutir de unos poemas. Son hermosas".
en este daguerrotipo tomado en 1846 emily dickinson tenía 16 años.
Por Emily Dickinson
Universidad de Valparaíso
242 páginas
$ 10 mil
Zumbido
Por Cristóbal Gaete
Emily Dickinson (1830-1866) pasó su vida encerrada en un pequeño pueblo de provincia norteamericano. Los únicos poemas que publicó en vida fueron de forma anónima. A medida que pasaron las décadas fue apareciendo en antologías de poesía norteamericana hasta convertirse, paso a paso, en una de las más importantes poetas del mundo.
"La mayoría de los traductores de Emily Dickinson por aclarar los pasajes más oscuros estaban haciéndola más oscura".
William C. North/daguerrotipo