Este nuevo año nos trae grandes desafíos y ambiciosos objetivos para nuestra región, el Presidente Sebastián Piñera ha sido claro en que el país está en marcha y evidentemente Antofagasta no se puede quedar atrás. Para ello como Ministerio de Obras Públicas tenemos un presupuesto histórico, superior a los $80 mil millones de pesos, con el cual vamos a desarrollar varios proyectos que mejorarán la calidad de vida y también generarán empleo.

Es así como iniciamos el 2019 con la adjudicación del Proyecto Playa Artificial y Caleta La Chimba, emblemática iniciativa que ha sido por años pospuesta pero que a partir del primer semestre comenzará su construcción. Serán más de $5.000 millones de pesos de inversión que permitirán transformar a este sector en un polo turístico y económico de la zona norte de Antofagasta.

Construiremos más y mejores obras en toda la región porque ese es el programa de nuestro intendente, Marco Antonio Diaz y lo cumpliremos a través de una nueva cartera de proyectos en todas las comunas de la región en las que se incluyen iniciativas como el Jardín Infantil de María Elena, el Centro de día Adulto Mayor Antofagasta, la Tenencia Ollagüe, Reposición del Museo de Mejillones, el Cuartel de Bomberos Población Alemania en Calama, la Reposición Puente La Posada y varios proyectos de mejoramiento vial. Asimismo iniciaremos los trabajos en cuatro nuevas Obras de Control Aluvional en Antofagasta (Riquelme, El Toro, Jardines del Sur y Uribe), Además continuaremos con más obras del Parque Metropolitano Borde Costero y para fines de año, tenemos planificado el inicio de obras de la doble vía entre Carmen Alto y Calama.

Es una cartera importante que complementará las obras que actualmente están en ejecución, de las cuales durante el 2019 tenemos planificada la entrega de los recintos deportivos escolares de Antofagasta, el Diamante de Béisbol de Tocopilla, la Plaza de la Cultura de Mejillones y la emblemática Escuela Presidente Balmaceda de Calama, por nombrar los más significativos.

Sin duda será un año muy exigente para el MOP, pero estamos trabajando para cumplir este ambicioso presupuesto y llevar el desarrollo a cada rincón de la región porque ese es el compromiso de nuestro Gobierno. Chile y Antofagasta están en marcha.

Edgar Blanco Rand,

secretario Regional Ministerial de Obras Públicas

Algunos, ilusamente, pensaron que este 2019 las relaciones en el seno del concejo municipal marcharían por un camino de mayor entendimiento al visto en los últimos dos años. Pero la realidad los aterrizó de golpe, porque lejos de mejorar la convivencia entre el alcalde y los opositores sufrió un quiebre total.

Es una relación insostenible y ayer tuvo otra muestra de los distanciamientos cuando los concejales decidieron retirarse de la sesión en señal de protesta. Ya el lunes no habían asistido y algunos se habían trasladado hasta Antofagasta para presentar en Contraloría una reclamación contra el documento de subrogancia que envió el alcalde Agusto.

La molestia es porque la primera subrogancia recae en la exdaministradora municipal Tamara Aguilera, quien por votación de la mayoría de los concejales (6 de los ocho) fue removida de su cargo en julio, pero tras una litigio judicial recién a fines del año pasado se firmó el decreto respectivo de salida y su nombramiento como jefa de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco).

Los concejales opositores critican esa decisión e insisten que uno de los motivos de la remoción fue "falta de confianza" para participar en la administración municipal y al ponerla en el primer lugar de subrogancia lo toman como una "burla" porque sigue con plenas facultades en el municipio.

El alcalde defiende su derecho discrecional y que el tiene las facultades para designar a quién mejor le parezca, en el sentido de confianza y apego a sus lineamientos.

Posturas firmes y distantes que dificultan el andar del municipio, el que se ve retrasado ante las suspensiones de las sesiones del concejo, donde se deben tratar importantes temas relacionados con el quehacer comunal y su desarrollo.

Una relación que se ha hecho insostenible y que en nada ayuda a la comunidad que ya está cansada de ver cómo pasan los años y Calama lejos de crecer al ritmo que merece lo hace a paso lento y que no es el que se requiere ante las necesidades.

Lo triste es que ese punto de encuentro donde se puedan limar asperezas entre las partes se ve lejos.