El salto a la electromovilidad
Se trata de un gran desafío que permitirá estar a la vanguardia y mejorar la calidad del aire en nuestra comuna. Es de esperar que este ambicioso e interesante proyecto se logre concretar y que los fondos de la Ley Espejo sean utilizados para un buen fin.
Un cambio cultural es lo que busca la secretaría regional ministerial de Transportes, al querer implementar en la ciudad la llamada electromovilidad que, en palabras simples, significa que los vehículos comiencen a funcionar a base de energía eléctrica.
Se trata de una nueva tecnología que, en un inicio, se espera fomentar en la locomoción colectiva y que serán apoyados a través de subsidios obtenidos de la denominada "Ley Espejo", del Transantiago.
Esta es una buena noticia, pero también en un gran desafío puesto que, tras analizar el avance en los gremios de colectivos, se busca ampliar la cobertura a otros sectores.
Los autos eléctricos aún nos parecen lejanos y están, muchas veces, asociados a altos costos, sin embargo es positivo que se vaya masificando, para que deje de ser algo que sólo algunas personas puedan obtener.
Además, en una ciudad con altos índices de polución como Calama, este tipo de tecnologías permitirán mejorar la calidad del aire.
En la actualidad hemos visto cómo en Santiago comenzará a funcionar una moderna flota de microbuses eléctricos, financiados con los fondos del Transantiago y si bien, se trata de la capital del país y donde hay más población, lo cierto es que el resto de las regiones también deberíamos estar al mismo nivel en materia de transporte público.
Ahora bien, es de esperar que este ambicioso e interesante proyecto se logre concretar y que los fondos de la Ley Espejo sean utilizados para un buen fin que beneficie, tanto a quienes trabajan en este rubro como a los pasajeros que a diario los utilizan.
En el caso de los transportistas, esperamos que se entusiasmen y poco a poco inviertan en micros y colectivos de última generación, para que así puedan brindar un mejor servicio a la comunidad loína.