Pablo Orellana G.
Anueves meses de su fuga desde el país, fue detenido ayer y trasladado hasta Calama, Alan Sepúlveda Espinoza, asesino del joven Manuel Albornoz Peralta, quien fuera apuñalado en la calle Isabel La Católica cuando se encontraba junto a su hermano menor.
La detención se enmarcó en un trabajo colaborativo entre la Policía de Investigaciones y sus pares de Bolivia, país hacia donde Sepúlveda Espinoza huyó, tras ser asediado por los detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI.
Aprehensión
Ayer, por la madrugada, el imputado por la muerte de Manuel Albornoz, fue entregado en la frontera, específicamente en Ollagüe por la policía boliviana a efectivos de la PDI, y con ello colaborar con la labor de la PDI para entregar al homicida a la Fiscalía y con ello iniciar el proceso de formalización de cargos contra el delincuente.
Sobre este procedimiento el jefe de la Brigada de Investigación Criminal, Jorge Ruíz, comentó que "fue detenido por la policía boliviana, luego de cometer delitos en el vecino país, lo cual fue comunicado a la Policía de Investigaciones de Chile, inicando así las coordinaciones para que fuese devuelto al país, hecho que se produjo de madrugada, constatando además que el detenido se encontraba en buen estado de salud, y apto para viajar a territorio nacional", comentó la autoridad policial.
De acuerdo a lo informado por la Policía de Investigaciones, Alan Sepúlveda fue sorprendido robando vehículos por la policía boliviana, la cual lo detuvo por este delito, para luego entregar esta importante información a la policía civil.
Alan Sepúlveda, previo al homicidio cometido en el sector poniente, era investigado por la Bicrim, por su participación en una serie de robos efectuados en el sector del Peuco, donde junto a otros delincuentes, ya detenidos por la PDI, ingresaban a los domicilios para efectuar la sustracción de especies que fueron denunciados por los afectados.
Tras el asesinato de Manuel Albornoz, la Policía de Investigaciones detuvo uno a uno a los cómplices del Alan Sepúlveda, lo que también derivó en que éste dejara de percibir ayuda y protección de sus secuaces, por lo que tuvo que incursionar en delitos como el robo de vehículos y sus accesorios en el vecino país, y por lo cual fue detenido por la policía altiplánica.
Debido a su situación el Tribunal de Garantía dispuso la prisión preventiva inmediata, ante la peligrosidad que representa.
Con el apoyo de Interpol, y la policía boliviana, la Policía de Investigaciones logró entregar a la Justicia a quien era uno de los delincuentes más buscados de Calama y que mantenía una serie de antecedentes previos a su detención.