La quebrada de Jere y su valle encantado lleno de frutales
DULCES AGUAS. Por debajo de la localidad de Toconao, se puede apreciar este valle que esconde grandes atractivos.
Casi escondido de la vista de los turistas se encuentra la quebrada de Jere, y que en el fondo tiene un verdadero vergel de frutas y otras especies que se producen en la zona.
En el mismo poblado de Toconao pero en fondo de la quebrada está el valle de Jere, ubicado a 38 kilómetro al sur de San Pedro de Atacama.
El nombre correcto de este lugar es Jere, denominación ancestral en lengua Kunza, (lengua materna no escrita de las comunidades Lickanantai).
Con el tiempo se fue confundiendo con el nombre español de Jerez o Jeren como lo denominaban algunos turistas.
Según el relato de los ancianos que y que a su vez le contaron sus abuelos, la denominación ancestral es Jere.
Frutos
La quebrada de Jere, es generosa con sus aguas claras, dulce y directas de sus manantiales cordilleranos. Ella, riegan la mayoría de los frutales que crecen en sus riberas y también es apta para el consumo humano. Los huertos son propiedad de los comuneros que habitan el poblado de Toconao y el agua (puri en Kunza) es de propiedad comunitaria.
La formación rocosa que encajona encajona un pequeño riachuelo del mismo nombre, guarda peculiares geoglifos atacameños.
Las dulces aguas que nutren este valle, además de sostener y favorecer el crecimiento de la flora natural como los chopos (álamos), permite al pueblo de Toconao desarrollar la agricultura.
Hay que recordar que el pueblo de Toconao es de origen prehispánico y la mayoría de sus construcciones están hechas de piedra volcánica blanda y blanca, extraída de la cantera donde se ubica precisamente la quebrada de Jere.
Sus suelos han acogido últimamente la producción de uva que ha crecido enormemente, lo que ha dado paso a la fabricación de vino embotellado para su venta nacional e internacional.
La quebrada es un largo desfiladero, por donde corren todas las aguas que riegan al pueblo de Toconao junto a piscinas naturales que refrescan el paisaje del desierto.
Además se pueden apreciar muchas aves que anidan en las grietas de las rocas.