Redacción
Con casi 4 mil metros sobre el nivel del mar en el centro de una quebrada, a 25 kilómetros de la fronteriza localidad de Ollagüe, y 210 kilómetros al noroeste de Calama, se ubica el santuario de Kosca (o Cosca), que tiene más de 100 años de existencia, y reúne a muchas familias en la víspera de cada festejo de Navidad.
Fue el día 25 de diciembre de 1912 , cuando un pastor encontró la imagen de la Santísima Virgen del Rosario de Andacollo, según relata la tradicional leyenda de esta típica festividad, que cada año aumenta la cantidad de adherentes.
Desde aquel entonces, la imagen es celebrada con festividad de veneración, donde asisten alrededor de mil personas y fieles, quienes constituyen los verdaderos herederos de una tradición y a la vez portavoces que mantienen la fe, y enriquecen el acervo cultural de los poblados andinos de América en esta zona precordillerana.
Tradición
El día 23 de diciembre de cada año, comienzan a llegar a este Santuario las familias que permanecen hasta el día 28 del mismo mes, soportando muchas veces las inclemencias del tiempo, como son lluvias, frío en la noche, el calor durante el día y a veces nevazones, pero que gracias a la fe por esta virgen Kosqueña, lo soportan como parte de la experiencia y devoción.
Seguridad
Para resguardar la seguridad de los ciudadanos, carabineros de la Tenencia de Ollagüe, desarrolló servicios preventivos, disponiendo para ello personal policial que acompañó a los pobladores durante los días de celebración.
Lo que también se ha convertido en tradición, es cuando los efectivos policiales finalizan sus servicios, son acompañados por la comunidad quechua al momento de retirar el pabellón nacional, el cual se ubica en el cerro La Virgen.
La comunidad quechua, que se conforma con personas de distintos puntos de la zona, realiza esta fiesta religiosa una vez al año, desde el 25 hasta el 28 de diciembre, con el fin de mantener las tradiciones de sus ancestros, y cuidar la tradición tras más de cien años.
Esta festividad cada día suma más adeptos.