Agricultura que es clave para la zona
Aunque 94 hectáreas pueden parecer una cifra reducida, la pequeña agricultura de la zona es en gran parte de subsistencia. Los poblados requieren más ayuda de la que han recibido hasta hoy y quizás es el momento de preocuparse en serio por ellos y darles una mejor calidad de vida.
Gran parte de la agricultura que se cultiva en la zona es a pequeña escala, pero ciento de personas viven o sobreviven de ella. De allí la gran preocupación tras la emergencia climática que dañó siembras y destruyó tierra apta para el cultivo.
La ayuda comenzó a llegar y se espera que alrededor de setecientos agricultores puedan recuperarse y dejar atrás el impacto de perder sus frutas, cultivos y el asfalto clave para sus animales.
Estas localidades viven de lo que proporciona su tierra y sus productos salen a venderlos a localidades cercanas como Chi Chiu, San Pedro y Calama.
De hecho son conocidos los choclos, las betarragas, zanahorias y frutas que se dan esta zona, y su productividad es clave para que estos poblados sigan adelante.
Además las lluvias dejaron al descubierto las precarias condiciones que viven muchas familias en estas localidades, que con las crecidas de los ríos e intensas lluvias vieron perder sus pocas pertenencias y sufrieron daños en sus viviendas.
Por su parte diversos organismos e instituciones, principalmente el Ejército, está trabajando en la zona para poder recuperar la normalidad y volver a su habitualidad.
Otros de los temas que se ha resuelto es la limpieza de canales producto de ramas, residuos y piedras que arrastraron las aguas, totalizando un total de 10 kilómetros recuperados hasta la fecha.
Es importante que la ayuda prometida pueda llegar a la brevedad y los concursos se aceleren para poder entregar apoyo técnico a quienes sufrieron más daños junto a proyectos de obras de riego.
Ya hay una temporada perdida, pero si se trabaja con celeridad los pequeños agricultores podrán levantarse nuevamente y volver a vender sus productos que tienen gran demanda localmente.
Es importante seguir trabajando con el fin de poder recuperar la zona precordillerana de la provincia, considerando que el turismo no es el único sustento de las comunidades que viven en los poblados del interior.