Buscan que se declare al lúcumo y lucumillo en peligro de extinción
FLORA NATIVA. Investigadora de la Universidad de La Serena menciona que de esta forma se implementarían medidas para promover su recuperación.
En jaque se encuentra la supervivencia de arbustos endémicos del norte de Chile, como el lúcumo y el lucumillo, que se encuentran en peligro de extinción.
"Ambas plantas son de origen tropical y anacrónicas, es decir, probablemente eran diseminadas por la megafauna que se extinguió a finales del Pleistoceno. Quedaron sus frutos grandes, pero perdieron a sus dispersores originales. Pese a ello, los estudios que hemos hecho muestran que los roedores nativos son importantes al convertirse en una clase de dispersores substitutos", precisó Andrea Loayza, científica del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y académica de la Universidad de La Serena.
Por un lado, el lúcumo se distribuye entre las regiones de Coquimbo y Valparaíso, puede alcanzar los 5 metros de alto y se caracteriza por sus ramas tupidas, hojas ovaladas, flores blanquecinas y frutos rojizos de hasta 3 cm de diámetro.
Mientras tanto, el lucumillo puede llegar a los 1,5 metros con su copa redondeada, ataviada de hojas aromáticas, flores blancas, y bayas rojas de hasta 2 cm de diámetro. No obstante, se emplaza exclusivamente en la Región de Coquimbo y en tan sólo 83 km de la costa rocosa de Elqui.
Las poblaciones de ambas especies no sólo ocupan zonas extremadamente limitadas y aisladas, sino que han sido diezmadas por la destrucción de su hábitat, el desarrollo urbano e industrial, la expansión turística, los basurales, la extracción de su hojarasca para tierra de hoja y los incendios.
A esto se suman otras particularidades de estos arbustos, como sus simientes que mueren cuando se secan, por lo que no es posible conservarlas en bancos de semillas.
"La única chance de estas plantas es que cuando caiga el fruto, éste y su semilla sean llevados a lugares protegidos y con más humedad, donde no estén expuestas al sol", agregó.
Roedores son claves
Es ahí cuando irrumpen en escena los mamíferos nativos. Estos arbustos conviven con pequeños roedores como el degu, el ratón oliváceo, el ratón orejudo de Darwin y otras especies como el zorro chilla y el chingue.
En el caso de las aves, estas sólo picotean los frutos sin retirarlos. En cambio, los roedores trasladan el fruto aunque sea pesado para ellos.
"Ellos sólo comen la pulpa, porque les da azúcar y agua, y guardan la semilla para después. Si ya no hay comida, recuperan la semilla que tenían enterrada y la consumen, pero a veces sucede que olvidan dónde la guardaron, y es ahí cuando germinan."
Actualmente, los científicos buscan que se catalogue a ambas especies "en peligro crítico de extinción" para poder implementar más medidas que promuevan su recuperación. "Queremos evitar que se extingan, por ello necesitamos conservar estos microendemismos que sólo están en un pedacito de la Cuarta y Quinta Eegión", dijo Andrea Loayza.
En sólo 83 km de costa, en la Cuarta Región, se puede encontrar al lucumillo, hoy en peligro de extinción. 83