El inicio del año escolar, también es la época del año, más adecuada para realizar el necesario y justo chequeo auditivo, ya que muchas veces por desconocimiento hay niños que comprometen sus procesos de aprendizaje al padecer patologías auditivas no detectadas.
Actualmente son varios los establecimientos que solicitan un completo examen físico que ha ido evolucionando e incorporado los chequeos auditivos.
La detección oportuna de daños auditivos, evita problemas de lenguaje, bajo rendimiento escolar, además de problemas de dicción. Se han acentuado en los últimos años, los comentarios de padres que refieren tener hijos introvertidos que disfrutan de su tiempo conectándose a consolas o en sus teléfonos móviles. Pero detrás de estas conductas pueden existir patologías auditivas que con exámenes como la audiometría o la impedanciometría a los niños de entre 4 y 7 años se podrían detectar y tratar.
Esta evaluación es realizada por un tecnólogo médico en otorrinolaringología, tras la derivación del pediatra al otorrino. Exámenes que en el Hospital de Calama se complementan con el screening auditivo de todos los bebés recién nacidos. Independientemente de la sintomatología de los niños es recomendable anualmente realizar este chequeo auditivo al inicio de la etapa escolar y prescolar.
En cuantos a los síntomas que nos podrían alertar que el niño pudiera, padecer alguna enfermedad auditiva, es recomendable estar atentos si ni hijo o hija, refiere dolor de oídos frecuentemente. Si estamos en presencia de un niño que, por ejemplo, a los cuatro años no está hablando bien o notamos un retraso del lenguaje, eso puede ser indicativo de que no está escuchando bien.
Considerando que es normal que el niño en la edad pre escolar, tenga algún grado de dificultad con las dislalias; pronunciación de las palabras con "r", por ejemplo. Ya que un niño de entre tres y cuatro años debería estar expresándose entendiblemente. En este sentido otro elemento importante y que los padres o educadores deben observar las no reacciones de los niños ante sonidos fuertes, es otro indicativo de que el menor no estaría escuchando bien.
Tomando estos antecedentes los padres pueden averiguar y entender porque muchas veces los niños en la edad escolar tienen un bajo rendimiento y probablemente nunca hubo un chequeo de la audición.
Yissela Cáceres Vargas
Tecnólogo médico otorrinolaringología, Hospital