Advierten que en cambio de estación aumenta el riesgo de violencia escolar
INVIERNO-PRIMAVERA. Psicólogos escolares analizan los vaivenes del segundo semestre.
Al parecer los cambios de temporada también afectan a los alumnos, quienes al iniciar el segundo semestre están enfrentados a la evaluación final, con el tiempo en contra, algo que les genera ansiedad y depresión en algunos casos puntuales, aumentando con esto el grado de agresividad en el actuar de estos.
Si bien, todo esto está relacionado con los cambios climáticos derivados de las alteraciones del ritmo circadiano y los trastornos psiquiátricos, que resulta ser el reloj interno del cuerpo que regula las emociones y que con el aumento del calor permite también salir del letargo invernal aumentando la actividad.
La mejor forma de enfrentar dicho problema pasa por la contención adecuada a través de medidas preventivas que se establecen al interior de los establecimientos educacionales en la comuna.
La sicóloga del Colegio Río Loa de Calama, Elizabeth Barbosa, planteó que "aquí pasan dos cosas. Una es que a nivel global la violencia se instaura dentro de la sociedad, que está en todas partes, no solo en el ámbito escolar, sino que el trato con el chofer, con la persona que trabaja en el supermercado y va de lo más pequeño a los más grande, que son las manifestaciones de violencia".
Pero, también apuntó a lo más particular, indicando que "siempre hay este tipo de rebrote de manifestación después de la temporada de invierno, que es una temporada de letargo, no solamente de resguardarnos del frío, sino de nuestras emociones y contenernos un poquito más, cuando viene la primavera, un poquito más de calor, empiezan a emerger ciertas dificultades que estaban guardaditas o contenidas por los niños", explicó.
También señaló que "los cambios climáticos vienen a surgir lo que estaba contenido en el invierno, y afectan a todo el mundo, lo primero es el manejo de emociones en la sociedad. No estamos acostumbrados a manifestarnos de buena manera o manifestar nuestros enojos, rabias, y siempre culpamos al resto", donde manifestó que, en más de una ocasión, son cosas que en otra instancia no habría originado la molestia de uno.
Otro aspecto que tomó en consideración fue la zona geográfica en este análisis. "Nosotros somos nortinos y generalmente, contenemos mucho más las emociones, y se da la particularidad que tenemos muchos extranjeros y nos chocan también ciertas forma y modos de expresar", donde la manera de resolver los conflicto es diferente, producto del cambio cultural.
Segundo semestre
Algo similar dio a conocer el también sicólogo de la escuela D-32 Claudio Arrau de Calama, Carlos Canto, quien resaltó que para enfrentar la violencia escolar existen diferentes protocolos al interior de los establecimientos educacionales, con personal calificado en la contención de conflictos que abarca el área de convivencia escolar.
Pero, va más allá, en cuanto reconoce que el tema de la violencia entre algunos estudiantes es producto de situaciones generadas al interior de los hogares de estos.
Es por esta razón que resulta clave analizar el comportamiento de estos alumnos, para establecer medidas preventivas que se pueden abordar en estos casos puntuales, donde la disciplina resulta ser el tema a considerar.
"La violencia en los niños pequeños es una copia de lo que ven en el hogar, entonces es una muy buena forma de ver que las cosas no están bien en el hogar. Un buen síntoma para diagnosticar eso, es una conducta agresiva repetitiva", confidencia al respecto.
Asimismo, reconoció que existe una mayor presión, tanto para los estudiantes como para los profesores en el segundo semestre de cada año, donde las evaluaciones son compartidas para unos y otros por diferentes temáticas.
"Todos, de una u otra forma, están bajo presión. Es como el quiebre en el segundo semestre, los niños se dan cuenta que están en la última etapa del año, lo que han sembrado, sea bueno o malo, se empieza a cosechar, y algunos tienen que comenzar a apretar el acelerador o quedan relegados o con problemas de repitencia", y queda de manifiesto los problemas de disciplinas.
Además de profundizar un poco más en el tema. "No todos los alumnos dicen las notas que van sacando durante el año", donde de alguna forma los padres y apoderados también son responsables.
"Tienen mucha presión, es como cuando uno tiene un contrato a plazo fijo y te van a comenzar a revisar, es básicamente lo mismo, pero en un niño", detalló el profesional.
Pero, agregó que la mejor manera de enfrentar esta situación es a través de la prevención. "Normalmente a través de talleres", considerando que en el segundo semestre "son menos las evaluaciones", concluyó.