Ley de integración social
Este 24 de septiembre se revisó en Comisión de vivienda y urbanismo del senado, el proyecto de integración urbana el cual esta en su segundo trámite.
La iniciativa ya tuvo el respaldo en la Cámara Baja, la cual buscar mejorar la calidad de vida de los chilenos, promoviendo la construcción de viviendas sociales a través de todo el país, con incentivos a proyectos inmobiliarios que contemplen la integración de viviendas para grupos vulnerables.
Esto tiene un impacto directo en nuestra comuna, donde un estudio reciente de la CChc arrojó que somos la segunda ciudad con mayor dificultad para adquirir una vivienda, en este sentido el ministro Cristián Monckeberg señaló que se busca aumentar el subsidio hasta las 3.000 UF (hoy el máximo es de 2.400 UF.) La importancia de su momento en el senado es que el proyecto original llegaba a las 4.000 UF (monto de construcción no de venta) esperemos que nuestros legisladores estén a la altura de promover un Chile necesariamente más integrado.
Daniel Ardiles Saavedra
Médicos
Fui a la consulta médica de una reconocida facultativa de la ciudad, acompañando a mi señora. Le cuento que nos habían citado a las 10 horas y a las 11:50 horas seguíamos en la espera. Habíamos por lo menos unas nueve personas hacinadas, con un TV antiquísimo, de 20", el cual se ve poco o nada ya qué solo tiene antena de "conejo". Las revistas son de una antigüedad mínima de 10 años, con decirle qué hay una con un reportaje del casamiento de nuestra única "miss universo".
Creo que es una falta de respeto en la ciudad, esto es una constante, juegan con nuestro tiempo y paciencia. Conversaba con un amigo de Santiago y me comentaba lo diferente y bien que funcionan las cosas allá. Si un médico se comporta de esta forma, se le castiga acudiendo a otro que realmente sea un profesional en todo aspecto. Con mi amigo llegamos a la conclusión que estas personas están simplemente endiosados y perdieron toda empatía por sus semejantes.
Ronald Pizarro Ascona
Pensiones
El caso de la profesora Ojeda, además de aquel relacionado con lo del derecho a la propiedad, tiene otro cariz. En última instancia, el objeto de ahorrar para la jubilación es asegurar económicamente el sustento de la vida de quienes dejan de laborar por edad. Que el sistema tiene como único y final objeto pagar pensiones, sería una obtusa mirada contable, pues cuando llegamos a viejos, la vida enfrenta las amenazas de los menores ingresos y las enfermedades. Resulta paradójico entonces, morirse por falta de plata, teniéndola en una cuenta de ahorro destinada a sostener la vida.
El Estado, por su parte, sigue cargando con impuestos a jubilados y activos por igual, porque los "más ricos" al parecer suman millones en Chile, lo cual justifica hacer pocas excepciones. Así, en ciertos ministerios y en el Congreso, no importa el cómo los ex-"ricos", personas de clase media como la profesora Ojeda, se las tienen que arreglar para hacer uso del derecho a la vida (concepto infaltable en el aliño de discursos).
Jubilado y exrico
Presidente de AFP
La sensibilidad del señor Santa Cruz es digna de un elefante en cristalería. ¿Cómo llega esa gente a tan importantes cargos? Solo por apellido y amistades.
Andrea González P.
Pensiones
No soy defensor de las AFP y no me corresponde. Lo que tengo claro es que las pensiones son en base a los fondos acumulados y no en relación a cuánto se estaba ganando en los últimos sueldos percibidos.
El hecho de que la señora profesora estaba ganando $ 1.200.000 en actividad, no le garantiza en absoluto que siga ganando algo parecido si no tiene los fondos suficientes.
Antiguamente, cuando se jubilaba a través de las cajas de previsión, el empleador en acuerdo con el empleado, cuando estaban por jubilar le imponía más dinero en las cajas de previsión ya que la jubilación era en base a un promedio de los últimos meses, independiente de los fondos del empleado. Las consecuencias, todos las sabemos.
Pedro Véliz
Centralismo
En Santiago cae nieve o unos milímetros de lluvia y se activa la cadena nacional. En Chiloé cayó un meteorito y la prensa brilla por su ausencia.
Max Cornejo Valdés