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Descubridor de Escondida viene ahora por el cobre perdido de Chuquicamata

minería. David Lowell, quien es considerado el mayor explorador minero del mundo, está tras pista del cobre perdido de la Falla Oeste del mineral de Codelco, que estaría en las cercanías de Calama.
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Hace unos días en Mineweb, revista norteamericana especializada en minería, se publicó un interesante artículo sobre el explorador David Lowell, quien defiende la teoría de que a través de la Falla Oeste del mineral de Chuquicamata, se trasladaron grandes cantidades del metal en dirección sur, hasta depositarse en algún punto de la ciudad de Calama.

El misterio

La nota explica que la Falla Oeste, que atraviesa el yacimiento, al parecer movió una parte del mineral, cuya cantidad y el lugar aún no están claros, pero la mayoría de las conjeturas y la búsqueda que por ahora ha resultado infructuosa, sitúa estas reservas en alguna parte entre 15 y 20 kilómetros al sur de Chuqui, en un lugar que se conoce como proyecto Ricardo, en Calama.

El articulo detalla que el proyecto Ricardo es una propiedad de aproximadamente 16.000 hectáreas en las afueras de la ciudad, lugar que desde 1970 es famoso por "esconder" estas reservas. Sin embargo, pese al mapeo, muestreo y perforaciones que se han realizado en el lugar por más de 40 años, "todos han vuelto con las manos vacías".

Exploraciones

Lowell, quien es considerado el mayor explorador minero del mundo, luego de descubrir La Escondida, El Tesoro, y Pierina, la más productiva mina de oro del mundo en Perú; detalla que entre 1980 y 1982 la compañía Superior Oil intentó la búsqueda; luego fue Codelco entre 1991 y 1992; Freeport dos años después e Inco en los años venideros, todos sin resultados exitosos. Intentos que fueron retomados a mediados del año 2000, cuando Río Tinto protagonizó, en vano, la última búsqueda del mineral escondido.

En total, apunta Lowell, se han perforado 72 pozos, se han hecho múltiples estudios geofísicos y se ha gastado una importante cantidad de energía y dinero, en esta empresa, por ahora, fallida.

Así es como la posibilidad de que este tesoro escondido realmente exista, sigue siendo una interrogante, aunque Lowell, que sabe de imposibles, ha establecido como el objetivo principal de su propia empresa (Lowell Copper) centrarse en Ricardo, aventura que reconoce de "alto riesgo, pero también de una alta recompensa". Lowell asegura además que "aún no se han agotado todos los esfuerzos".

Una de las dificultades que han encontrado quienes han buscado este mineral perdido, es la dureza del suelo, el que Lowell compara al cemento mezclado con grava. Por lo mismo no es de extrañar que dos terceras partes de los 72 pozos de perforación realizados desde 1970 no hayan alcanzado el lecho rocoso y sólo 46 hayan golpeado la roca madre y en los que sólo se encontraron indicios débiles de lo que podría ser un pórfido cuprífero. El explorador cree que es necesario ir más profundo, lo que es más caro, aunque no puntualiza su estrategia, pues considera eso parte de la "confidencialidad" de su empresa.

De todas formas el explorador de 84 años, sí detalla que su compañía acaba de terminar un estudio magnético, el que se utilizará para desarrollar un mejor mapa de la Falla Oeste que se extiende hasta el proyecto Ricardo, lo que se basará en el trabajo que realizó Lowell junto con un geólogo estructural hace 20 años, cuando se estudiaron 50 kilómetros de la Falla Oeste.

Autoridades locales oraron por Calama y auguraron progreso y bienestar para los loínos

bajo. El lema "El señor tenga piedad y nos bendiga".
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Ni la polvorienta mañana, y a pesar del frío reinante, autoridades locales encabezadas por el alcalde Esteban Velásquez, el Pastor Jesús Aranda y el obispo Guillermo Vera, junto a alumnos y alumnas del colegio Guadalupe de Ayquina, y del Obispo Silva Lezaeta, oraron por nuestra ciudad, oportunidad en la que juntos rogaron por el bienestar de Calama, su prosperidad y por bendiciones para su gente.

Bajo el lema: "El Señor tenga piedad y nos bendiga", tanto el Pastor Aranda, como el obispo Vera, pidieron a Dios por acercar a la familia loína a la oración, a la comunión con el Señor, y también por Calama y su gente, deseando lo mejor para nuestra ciudad.

"La oración nos acerca a nuestro Padre, y también es a través de ésta que logramos manifestar nuestros deseos de fraternidad, prosperidad y de esperanza para esta tierra bendita", comentó el Pastor Jesús Aranda.

En tanto monseñor Vera expresó que la comunión en la oración es una especial forma de pedir por Calama: " Oramos por nuestra gente, porque a nuestra tierra lleguen bendiciones, y porque además sean éstas las que también traigan lo mejor para nuestras autoridades, nuestros trabajadores y a toda la familia loína que trabaja muy duro", dijo.