Peaje
He leído en vuestro diario el tarifado de peajes que publica "Autopistas de Antofagasta" para la plaza ubicada en el Km. 1399 de la Ruta 5.
Allí, al igual como acontece en la ubicada en la autopista Antofagasta-Mejillones, de nuevo, ha vuelto a instalarse un cobro abusivo e irritante: para los camiones que superen los 2.60 metros de ancho la tarifa es elevada al doble de lo normal.
¿Es que acaso la sobre dimensión aludida significa un mayor costo de operación o mantención para la concesionaria? La respuesta es no. Es más, definitivamente, esa fórmula fue un invento ad hoc sólo para el norte, pues para las rutas concesionadas de Santiago al sur tal usura no existe.
Sepa el lector que en nuestro país los burócratas enfermos de mercado y privatizaciones, olvidando que la tarea principal del Estado es cautelar los derechos de los ciudadanos, han otorgado tal cantidad de ventajas económicas a las concesionarias camineras que, más bien, pareciera que los contratos hubiesen sido elaborado por ellas mismas. Un sólo ejemplo: para asegurarles un negocio rentable a toda prueba, por contrato se les garantiza un número mínimo de pasadas por los pórticos. Una sola conclusión: Basta.
Nelson Vergara Bórquez, director Confederación Dueños de Camiones de Chile
Homenaje a mujer indígena
Como profesora de Historia, sé muy bien lo que significa para Chile la mujer indígena. Ellas son el tronco y raíz de la sabiduría y la vida ancestral, que se nutre de las corrientes ocultas, desapercibidas por un mundo tecnologizado y separado de la relación con la madre tierra.
Por tanto, al honrar a la mujer indígena veneramos a nuestras verdaderas madres, tanto de la chilenidad, como de nuestra raza espiritual más profunda.
Eliana Theil
Carol Urzúa
El pasado viernes 30 de agosto se cumplieron tres décadas desde que fuera asesinado el intendente de la R.M., general Carol Urzúa I., y junto a él, su conductor cabo José Aguayo y su escolta cabo Carlos Riveros, razón por la cual a través de estas líneas sus compañeros del arma de ingenieros le rinden un sentido homenaje.
Este deleznable asesinato fue planeado y ejecutado por militantes del MIR, en una acción propia de los terroristas: a mansalva, con alevosía, premeditación y ensañamiento.
El vehículo recibió un total de 62 impactos de bala, falleciendo en el lugar el general y el cabo 1° Riveros. El Cabo 2° Aguayo, herido, logró salir del auto y arrastrarse hasta un jardín cercano, pero una mujer del grupo mirista le disparó alrededor de 60 tiros en la espalda.
Tres de los autores, Carlos Araneda, Jorge Palma y Hugo Marchant fueron condenados a 65, 105, y 98 años de cárcel respectivamente, pero al cumplir 8, por indulto presidencial del Presidente Aylwin en 1992, las penas le fueron conmutadas por extrañamiento; dos ayudistas recibieron penas menores y otros cuatro involucrados en el asesinato se asilaron en la Nunciatura Apostólica fuertemente armados y por expresa intercesión de la Santa Sede, viajaron con posterioridad al extranjero, sin haber sido jamás perseguidos por los tribunales.
Los deudos no han recurrido a manifestaciones callejeras ni funas; no han demandado pensiones, becas ni otras prebendas, no han organizado conferencias de prensa ni recurrido a organismos internacionales u ONG; sus nombres no aparecen en los memoriales de cementerios ni en el Museo de la Memoria, sujetos a motivaciones que desnaturalizan su esencia, producto de la contingencia política, ocultando o disfrazando la verdad histórica.
Fernando Hormazábal Díaz
11 de septiembre
Estamos adportas de un nuevo 11 de septiembre uno con tintes especiales. Se cumplen 40 años de esa fecha que tantos nos divide.
Pero después de escuchar la entrevista al señor Iván Moreira se puede entender porqué ha costado tanto que todos aquellos que participaron activamente en la dictadura (y aquellos que fueron simpatizantes) pidan perdón por los crímenes cometidos.
A fin de cuentas, pedir perdón es reconocer un error, ¿acaso no fue un error apoyar una dictadura que asesinó, torturó, desapareció y exilió a miles de chilenos? ¿Acaso no fue un error apoyar una dictadura que impuso miedo y terror en la vida de tantos? ¿Por qué cuesta tanto reconocer ese error y pedir el perdón?
Juan Espinoza López
Cupos parlamentarios
Si algún tema nacional amerita un plebiscito es este aumento del número de senadores y diputados. Considerando los miles de millones de pesos que esto significa y que es financiado directamente por el bolsillo de todos nosotros, lo menos que el gobierno podría hacer es pedirnos nuestra opinión.
Rafael Mella Hernández