Un estudio realizado por el sitio web www.separadoschile.cl reveló que la principal causa del divorcio es la infidelidad, estadística que la Región de Antofagasta lidera el ranking a nivel nacional.
La Región de Antofagasta está encabezando la tabla de divorcios por causa de cónyuges infieles con un 83%, subiendo dos puntos y rápidamente al primer lugar, en el estudio realizado en noviembre del año pasado.
Por todo lo anterior, en la provincia El Loa, el tema no es menor y según Boris Obreque, investigador a cargo de la oficina Tabancura de la Casa del Espía de Santiago , pese a la distancia, las solicitudes por contar con sus servicios de investigador privado se mantienen durante el año, realizando varios servicios en la ciudad, donde la mujeres en un principio lideraban las solicitudes de espionaje a su parejas y en el último tiempo la tendencia ha cambiado siendo los varones los que más cotizan y ocupan el servicio para detectar infidelidades. El investigador reveló dos casos en Calama y esta semana han llamado diez potenciales clientes de esa ciudad.
Además, agregó que las solicitudes de servicios se han incrementado en la ciudad en un 30% en verano, para cuidar a los viudos de verano. "Cuando hay que realizar servicios a Calama se viaja en vehículo y se ocupa la tecnología de punta para detectar las infidelidades y vamos abrir sucursales en Antofagasta y en Iquique porque es mucha la demanda en el norte y el 40% de los equipos que se venden en Santiago se está enviando a la zona norte y lo que más se ocupa son grabadoras que reconocen voces y equipos sofisticados como pequeñas cámaras de video", recalcó.
En uno de los casos ocurridos en Calama, el investigador privado contó que un minero tenía dudas sobre su mujer y contrató los servicios de espionaje. El minero salía a trabajar a las 11 de la noche y tras el espionaje se descubrió que la mujer salía luego que el hombre se iba a trabajar y regresaba antes a que volviera del turno antes de las cinco de la mañana.
En otro de los casos que tuvo que investigar, había un sujeto que viajaba a Calama, supuestamente por trabajo, pero al contratar los servicios de espionaje se esclareció que tenía otra familia en la ciudad.
"Él, decía que venía por trabajo a Calama, pero venía a ver a su otra familia y viajaba cada diez días y siempre hacía lo mismo y su señora empezó a sospechar porque siempre cuando lo llamaba, le decía; ¡te llamó después!, ¡estoy ocupado, pero fue descubierto. Recalcó. El investigador resaltó que los casos investigados todos han terminado en separación: de 10 personas sólo dos arreglan su matrimonio.
Sobre los costos de una investigación en Calama, el encargado de la empresa de espionaje indicó que sale un millón 550 mil pesos, teniendo en cuenta el viaje de los investigadores y equipos a la ciudad por eso en abril se instalarán en Antofagasta donde los costos bajarían de manera importante.
Jorge Tobar, subprefecto de los servicios de la prefectura de El Loa, indicó que un investigador privado es una persona común y corriente que busca información, pero no tiene facultades para irrumpir en una casa o realizar intervenciones telefónicas.
"Puede buscar información hasta cuando la Ley se lo permita, tiene la mismas ventajas de un periodista siempre y cuando no infraccione los derechos constitucionales", finalizó.