La droga: un dolor de cabeza que sigue
La fórmula ideal para la solución de este problema dependerá de las decisiones democráticas de cada nación.
Los efectos de la droga van más allá del daño a las personas adictas, sino que también implica evasión de impuesto, lavados de activos y aumento de la delincuencia.
Los escenarios futuros para el problema de las drogas, sobre todo en nuestro continente no son nada alentadores. El consumo sigue creciendo, no hay una legislación eficiente o mejor dicho inteligente para regularla y el combate policial es insuficiente mientras el consumo sea un gran negocio.
Diferentes organismos internacionales están tratando de poder descubrir las mejores herramientas para poder resolver temas tan polémicos como la despenalización, regulación y legalización, que podrían ser el camino para atenuar este flagelo que amparado en la ilegalidad crece y se masifica.
En Chile la realidad es alarmante, teniendo casi el mismo nivel de consumo que en Estados Unidos, y en la provincia de El Loa somos testigos como la cocaína y la marihuana se "pasea" por el territorio y la policía con sus escasos recursos se esfuerza por sacarla de circulación.
Pero aquí hay problemas de fondo que se deben resolver legislando, realizando estudio de salud más profundo y tomando decisiones más acertadas y maduras.
La OEA encargó un estudio para ver la realidad en el continente y los escenarios con que nos encontramos, y el año pasado se pudo tener acceso a un documento que es una radiografía al problema.
Es necesario una nueva mirada al tema de la droga, porque quizás la mala costumbre de la sanción y la criminalización, no ha sido la mejor arma para combatirla.
Más allá de los positivo o lo negativo que pueda resultar consumirla, estamos claros que el ser humano en su esencia natural no puede ser dependiente de químicos o adictivos para vivir, salvo por alguna enfermedad o alguna disfunción.
El documento "El problema de las drogas en Las Américas", entrega interesantes planteamientos que quizás debamos debatir y de esta manera mejorar el trabajo para regularla o combatirla desde el aspecto de la salud.
Mientras tanto el consumo sigue avanzando, el tráfico no cesa y el crimen organizado se instala en nuestro territorio peligrosamente.