El control canino: más que recursos
A parte de los esfuerzos municipales por fomentar la tenencia responsable, la ciudadanía debe tomar conciencia.
Durante muchos años se han destinado millonarios recursos, tendientes a educar a la ciudadanía de Calama en torno a la tenencia responsable.
El control de la población canina ha sido un gran dolor de cabeza para el municipio de la ciudad. Durante muchos años se han destinado millonarios recursos, tendientes a educar a la ciudadanía de Calama en torno a la tenencia responsable de mascotas y evitar así la proliferación de los perros que debido a distintas circunstancias, pero principalmente a la irresponsabilidad del ser humano, terminan vagando por las calles en precarias condiciones.
Paralelamente se han desarrollado jornadas de esterilización gratuitas a hembras, de manera de disminuir la población de canes, e incluso se construyó un caníl en las afueras de Calama con el objetivo de rescatar algunos de estos animales que transitan por las calles.
Esta semana, el municipio de Calama anunció una nueva inyección de recursos para este ítem durante el 2014 - $300 millones - con los que se pretende continuar con los planes de promoción, esterilización, adopción y ampliación del caníl.
Ello, es una buena medida y puede ser una clara señal de que la alcaldía no se desentiende de esta situación y trata de mitigarla.
Sin embargo, nada de esto tendrá los resultados que se esperan si la misma población, los calameños no toman real conciencia.
Al dar algunas vueltas por el centro de la ciudad podemos percatarnos de la gran cantidad de perros que se encuentran tirados en la calle, muchos de ellos en el pasado tuvieron dueños quienes deshaciéndose de toda responsabilidad, los abandonaron a su suerte.
Tampoco de nada servirán todos los esfuerzos que se hacen en Calama y en definitiva en otras ciudades del país que también se ven afectadas por esta situación, si no existe una legislación que regule la tenencia responsable y el maltrato animal.
Está bien que exista un caníl y que allí se lleve a los perros para alimentarlos y cuidarlos, pero eso debiera ser algo transitorio. No porque encerremos a los canes en jaulas lejos de la ciudad, debemos desentendernos del problema. Es tarea de todos.