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Largas filas agobian a los calameños a la hora de hacer trámites

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Para la mayoría de las personas, la realización de un trámite en los servicios públicos es un trabajo que requiere paciencia. Si no se llega temprano, hay que olvidarse de una atención rápida y de seguro la espera se hará eterna.

Las oficinas del Registro Civil abren sus puertas a las 8 de la mañana. La mayoría se ha levantado temprano y los más afortunados han logrado realizar sus consultas sin mayores inconvenientes. Sin embargo, algunos llevan días sin poder conseguir atención.

Son cerca de las once de la mañana en la ciudad, ya ha iniciado otro día más; para muchos laboral o simplemente para disfrutar de las vacaciones. Alejandra Guzmán se ha levantado como todos los días para aprovechar sus vacaciones. Sin embargo, ha escogido algunos para asistir a renovar su cédula de identidad. Trámite que ha extendido durante muchos días. Nuevamente sus planes se ven truncados. Las oficinas del Registro Civil se encuentran atascadas de gente que seguramente desean, al igual que Alejandra, salir lo más pronto posible de ahí.

El calor en la ciudad se hace insoportable y esos típicos vendedores ambulantes son la solución para refrescar la espera.

Pasada las doce ya es imposible encontrar un número de atención. Se puede distinguir que las filas se forman por diversidad de personas; llegan jóvenes que con tan solo mirar el panorama se retiran de inmediato, otros que simplemente se arman de paciencia y como pueden se dan ánimo para seguir la espera. Algunos reclaman la lentitud del sistema e incluso alegan por la venta de números, pero nadie reconoce nada.

A lo lejos se distingue Camilo, un pequeño de ocho años que no comprende cómo su día se va en esperar por un simple papel. Daniela, la madre de Camilo está a punto de colapsar. "No ha sido muy buena idea traerlo conmigo, pero no tengo otra opción, no tengo con quién dejarlo. Yo trabajo, pedí el día para venir, si no hago mis trámites ahora, no tendré otro día", comentó.

Daniela, es una mujer de 35 años. Trabaja toda la semana para entregar a Camilo un buen pasar y las necesidades básicas que un niño de ocho años requiere. Comenta que no es fácil salir con él a hacer sus trámites, y para compensar la espera que Camilo ha debido soportar ese día, prometió comprarle un helado, si se sigue portando bien.

La temporada estival es la época más provechosa para realizar los trámites, la razón principal, las vacaciones.

Se piensa que será una temporada de menos gente, pero lamentablemente esto no es así. La paciencia se agota y poco a poco algunos desisten en su búsqueda de cédula de identidad, certificados, etcétera.

En las afueras se han instalado funcionarios del Servicio Médico para prestar ayuda a quienes puedan necesitarla ante cualquier emergencia.

Si desea realizar sus trámites en las oficinas del Servicio de Impuestos Internos (SII) de Calama, el jefe de la unidad, Mauricio Tapia, aseguró que no existe gran público y que en los meses de enero y febrero la afluencia de personas baja considerablemente.

El Registro Civil recibe la mayor afluencia de público durante las fechas estivales y la situación se ha generado a nivel país. En las oficinas de esta repartición pública en Santiago se dispusieron de diferentes medidas especiales para enfrentar la contingencia de verano en las distintas comunas. En Calama la mayor demanda en la realización de trámites se puede encontrar en la entrega de cédula de identidad y papel de antecedentes. Éstos concentran la mayor cantidad de gente en espera.