Ley de lobby permite fiscalización ciudadana a todo cargo público
Nuestro país ya cuenta con una ley que procurará la transparencia y la probidad de toda persona que ejerza un cargo público, así como también de aquellos que cumplan un rol fundamental en la toma de decisiones. Es la llamada Ley de Lobby, que para la mayoría de los parlamentarios era necesaria y cumplirá un rol fundamental en la fiscalización de las acciones de parlamentarios, consejeros, intendentes, y hasta del mismo Presidente de la República.
"Sin duda esta es una iniciativa que procurará la fiscalización ciudadana a toda las autoridades, para que así mantengan una conducta irreprochable respecto del tráfico de influencias y el cohecho. Ya que también busca tener un control social de los actos de todos los grupos de interés, ya sea de un cargo público remunerado o no, para que se ejerzan relaciones transparentes entre grupos de interés" comentó, Manuel Rojas, diputado de la región.
Durante 10 años esta ley descanso en el parlamento, ya que no existía un consenso entre los parlamentarios. Sin embargo para el diputado, Marcos Espinosa, este es un avance muy importante en materia de transparencia, ya que se separará el rol político de las eventuales influencias que fuera posible ejercer ciertos grupos económicos que se ven afectados por una determinada legislación o por un determinado acuerdo.
"Hoy día podemos decir que a través de esta ley habrá mucha más transparencia de las acciones, porque la ciudadanía que podrá fiscalizar a todos los cargos públicos que tengan responsabilidades dentro de la administración del Gobierno, porque tendremos el deber de informar nuestras reuniones y de qué se trataron", explicó Espinosa.
Se podrá fiscalizar a través de una página web, donde habrá un registro de lobbistas, que dependerá del Consejo para la Transparencia. El cual tendrá dos fuentes: los lobbistas que se inscriban de manera voluntaria, y la información que deberán proporcionar las autoridades que son consideradas sujetos pasivos de lobby sobre todas aquellas reuniones con personas que representen intereses particulares.
La ley contempla sanciones para las autoridades o funcionarios que no registren la información, ya que están obligados a hacerlo, además si traspasan información de manera inexacta o falsa, también serán castigados. Por ello, el reglamento contempla sanciones penales, consistente en una multa de 10 a 50 UTM si no respetan la legislación.