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Jaime Artus, el desordenado del curso de la teleserie "Mamá Mechona"

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Amelia Carvallo

A contar de mediados de marzo podría empezar "Mamá mechona", la nueva teleserie vespertina de Canal 13. Es justo la época en que las universidades vuelven a clases y un escenario más que ideal para la historia de una mujer, Macarena Muñoz, interpretada por Sigrid Alegría, que en sus 40 decide regresar a estudiar Sicología a la universidad.

Dirigida por Germán Barriga ("Alguien te mira", "Témpano"), constituye la vuelta de Canal 13 al horario de las 20.00, desde el fracaso en rating de "Primera Dama" en 2010. Además, es una toda una apuesta en tono comedia, pero con momentos dramáticos, sobre dos generaciones: cuarentones y veinteañeros.

Uno de los personajes de este último segmento es el actor Jaime Artus que da vida a Nicolás "Rico" Alvear, un personaje al que construyó inspirándose un poco en ese típico amigo que todos tenemos, "el desordenado del curso, el que se mete con todas las chiquillas", puntualiza.

Sobre lo que mejor caracteriza a su personaje, subraya que su lema parece ser el disfrute: "Yo creo que este tipo representa la visión que muchos jóvenes tienen hoy en día: de que si la estás pasando bien y eres feliz la vida va bien. Es el personaje más superficial de la historia", afirma Jaime.

"Es un tipo que vive riéndose, no se hace problema por nada y por nadie, pero no hay mucho que lo conmueva, sólo quiere pasarla bien", agrega. Adelanta que su personaje llegó a la universidad luego de "echarse" dos carreras anteriores y que lo más probable es que para estudiar Sicología ahora haya tenido que copiar en la PSU. "No cachando una, igual se metió a estudiar más que nada para tener algo que hacer ya que le pasan plata desde su familia y no se preocupa mucho de nada", añade.

Otra faceta de "Rico" Alvear es que es "rostro" de marcas comerciales y se cree tanto el cuento que sueña con estar en las pasarelas de Milán y París, pero el actor ve al personaje como "otro tipo más que busca la suerte en todos lados, va a casting, va a cócteles, se presenta como modelo pero no le resulta". Teniendo al frente todos estos rasgos más bien desagradables, sorprende que Jaime construya a este sujeto desde la aceptación, sin asomo de desprecio: "Yo nunca hago a un personaje desde el prejuicio, como actor tengo la misión de interpretarlo desde la honestidad".

Sobre el grupo de actores del área dramática del canal 13, cuenta que cuando llegó a las grabaciones tuvo la certeza que era el mejor lugar donde podía estar, "estar con actrices y actores profesionales es como jugar fútbol con un equipo bueno". Respecto de los que no vienen desde la actuación no tiene ningún prejuicio: "Acá son todos talentosos, hay distintos niveles donde algunos son mejores que otros pero todos tienen talento. Simón Pesutic, por ejemplo, es un genio que no ha estudiado nada y lo hace genial, lo lleva en los genes", destaca.

Jaime estudió teatro en la Universidad del Desarrollo y ha hecho algunas piezas para teatro, faceta que la teleserie mantuvo cerrada, ya que no da el tiempo. "Las teleseries te exigen estar todos los días con horarios bien extensos, igual se puede hacer teatro pero allí ya estaría viviendo para trabajar y yo trabajo para vivir", sentencia Artus.

Sobre las diferencias entre los dos formatos, señala que "el teatro es más expresivo, se actúa con todo el cuerpo, la voz potente, todo es más grande; la televisión tiene algo muy bonito que es que tienes que aprender a actuar por partes, por ejemplo están en tu cara, encima de tus ojos y tienes que demostrar en ese nivel lo que siente el personaje". Saltar al cine es algo que quiere hacer y si le dieran a elegir con cualquier director chileno escogería a Andrés Wood, "me encantaría hacer drama y trabajar con pares, con amigos, tener que ver con el guión, meter las manos".

Jaime nació en Linares y vivió hasta los seis años en la casa de su abuela, hasta que su papá terminó de construir la casa donde han vivido siempre. Cuenta que llegó a los 17 años a estudiar a Santiago y pasó hartas peripecias en los diversos lugares que vivió. "Me vine solo y pasé por casas de tías, pensiones donde me tuve que ir porque me peleé con algunas señoras, hasta que por fin terminé en una pensión con puros actores y ahí me quedé tranquilo", recuerda el actor.