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Cinco cámaras de vigilancia están sin funcionamiento

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Cinco de las 40 cámaras de vigilancia se encuentran actualmente en mal estado, el equipamiento es parte de la seguridad pública de la ciudad, y es por esta razón que existe preocupación por parte de los calameños. "El fallo de estas cámaras es por situaciones técnicas y climáticas", informó el jefe de seguridad del municipio, Héctor Inarejo.

Agregando que, "el período de reparación es relativo, ya que depende de la empresa que está remediando el problema y el tiempo de espera, pero se cuenta con una constante fiscalización por parte de la municipalidad", expresó el jefe de seguridad.

Destacando que, "la función de estas 40 cámaras, es prestar apoyo tecnológico de resguardo, orden y seguridad a los carabineros de la Primera Comisaría de Calama, lugar donde se encuentra el centro de operaciones Cenco".

Los artefactos de seguridad funcionan las 24 horas del día, las cuales cuentan con un sistema rotativo. "Las cámaras de vigilancia están siempre en movimiento, dando una imagen panorámica de la calle en su plenitud", destacó Inarejo.

Además agregó que, "hay cámaras digitales y análogas de alta resolución, lo cual nos permite tener una imagen clara, lo que además ha facilitado utilizarlas como pruebas del delito en los tribunales", informó el profesional.

Por esta razón el prefecto (S) de carabineros, Jorge Tobar destacó que "la contribución de las cámaras es fundamental para el funcionamiento de la primera comisaría de Calama, nos ha permitido prevenir muchos delitos de diversa connotación en la ciudad, y así permitir a la comunidad poder desarrollarse en forma normal y tranquila".

Agregando que, "se tiene alrededor de 35 cámaras en buenas condiciones y en funcionamiento, con lo cual nos formamos un panorama en tiempo real de lo que está ocurriendo en la ciudad, y están previamente sitiadas en lugares estratégicos que se identifican como lugares conflictivos".

El llamado de las autoridades es a hacer un buen uso de estas cámaras de vigilancia, "si detectan que alguien está destrozando algunos de estos artefactos poder hacer la denuncia en Carabineros y así también trabajar en conjunto en la seguridad de nuestra comuna", finalizó el jefe del departamento de seguridad.

El Mercurio de Calama celebró su 46° aniversario y se plantea mayores desafíos

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El Mercurio de Calama realizó ayer su cambio de folio y con esto celebró sus 46 años entregando las noticias del acontecer de la provincia El Loa, siendo testigos de sus luchas, anhelos y crecimiento.

Este nuevo año de trabajo implica mayores desafíos y un fuerte compromiso social, "primero buscando al excelencia, con una buena cobertura, para que los lectores sientan que sus demandas son atendidas y segundo, manteniendo nuestro papel en el concierto social, ya que los diarios no se pueden abstraer de participar de los desafíos de la zona que representa y en nuestro caso nos debemos a la provincia de El Loa", planteó el Director de El Mercurio de Calama, Javier Orellana.

Argumentó que si bien la empresa es privada, el rol del diario es ser un servicio público, pues El Mercurio de Calama se debe la comunidad, a sus lectores y no a las autoridades de turno.

En este sentido, Orellana aseveró que "somos los sensores críticos y analistas de lo que pasa, aunque a muchos no les gusta que publiquemos ciertas cosas, pero esto no significa que tengamos algo contra una persona, sino que es poner en el tapete temas que son conflictivos y complejos para que sean corregidos".

El Director recalcó que para que la sociedad avance se debe mostrar lo bueno y lo malo, "por lo tanto ese es nuestro desafío, denunciar para corregir, avanzar y mejorar, pues más allá de ser un registro histórico de los acontecimientos de la provincia, apuntamos a tener una participación".

En tanto, precisó que no se busca enjuiciar, pero sí dar una opinión respecto a la apreciación de los periodistas de lo que no está funcionando bien y se puede mejorar. "Lamentablemente nadie está libre. Mineras, agricultores, parlamentarios, justicia, las policías y la sociedad civil, aparecen en temas que a veces no quisieran", dijo.

A los 19 años, recién saliendo de cuarto medio, Ana Huerta Pastén se unió a las filas de El Mercurio de Calama. Estuvo más de siete años y emprendió un nuevo rumbo laboral, que la tuvo alejada por cuatro años, pero sintió que debía regresar y ayer cumplió 30 años en esta casa periodística.

Contó que el diario ha sido su gran escuela, "cuando llegué me abrió el mundo en todo sentido, en conocimiento, en capacidad de desarrollo personal y hasta hoy nunca he dejado de aprender y eso es lo valioso de haber estado aquí todo este tiempo".

Además, este trabajo le permitió conocer al hombre que la ha acompañado en todo este camino. "Conocí a mi esposo, quien era el jefe de distribución, nos enamoramos, nos convertimos en pareja y de esa unión nació mi hijo. Todo ha sido ligado al Diario, es casi el 50% de mi vida", dijo Ana Huerta.

Enfatizó que si bien no pasó por la universidad, ha tenido como premisas hacer su trabajo con compromiso, voluntad y entrega, "los directores han apreciado mi labor por eso creo que he sido egoísta con mi familia, porque siempre he privilegiado estar más en el Diario".

"Los diarios no se pueden abstraer de participar en los desafíos de la zona que representa, en nuestro caso de la provincia El Loa".

Javier Orellana

Director de

El Mercurio de Calama