Cobreloa no levanta cabeza y pierde en Talca ante un discreto Rangers
Era el partido preciso para comenzar la remontada en la tabla de posiciones. Por el rival -un complicado Rangers de Talca, con su técnico Fernando Gamboa cuestionado por la hinchada- y pensando en el funcionamiento mejorado que mostró el equipo minero ante Audax Italiano.
Pero Cobreloa volvió a caer en lo mismo. Un primer tiempo regalado, con pocas ideas futbolísticas, carencia de individualidades y una desconcertante pasividad que le dio espacios a un rival con más voluntad que buen juego.
La poca conexión entre los carrileros, Cristián Gaitán y Gustavo Cristaldo hicieron que los "zorros" se vieran como un equipo partido, uno que sólo apelaba a un pelotazo desde el fondo para intentar sorprender a la última línea piducana.
Y en esa labor, el ingreso de Ignacio Herrera en ofensiva aparecía como la única alternativa de peligro ante la nula participación de Álvaro López y José Luis Jiménez en el trámite del encuentro.
Eso le sirvió a Rangers, que con la manija de Juan Silva trataba de hilvanar algunas jugadas de riesgo, en una primera parte que definitivamente sirvió sólo para el bostezo.
La inercia la pudo romper Fabián Bordagaray, quien aprovechó la ya clásica desconcentración en la última línea minera para quedar destapado en plena área chica. Allí apareció la figura de Sebastián Contreras para evitar el primer tanto con un lúcido achique ante el delantero argentino.
Como si los errores de partidos anteriores no hubiesen generado resguardos, un tiro libre de Juan Silva desde el sector izquierdo del ataque rojinegro casi se cuela en el segundo palo de Contreras, eso ante la estática resistencia naranja.
Pero fueron los largos rechazos con intención de Diego Silva los que hicieron aparecer a la mejor figura visitante en el Fiscal de Talca. Ignacio Herrera sacaba provecho en cada pique diagonal y complicó reiteradamente a Cellay durante toda la primera fracción.
Y cuando todo indicaba un choque sin daños a terceros, nuevamente Silva encontró espacios por la izquierda para armar una vistosa jugada asociada, la que nunca encontró rechazo, provocando el espacio para el impecable remate de Francisco Alarcón. La apertura de la cuenta caía por un acierto del mediocampista que debutaba como titular en la oncena de Gamboa.
Cobreloa nuevamente tuvo que asimilar una desventaja en el marcador jugando fuera de casa. Y no mostraba reacción.
Pero fue el argumento de toda la tarde, un pelotazo de Diego Silva, el que encontró "prendido" a Nacho Herrera, quien anticipa a Cellay en plena área propiciando un penal tan innecesario como dudoso.
El que no sucumbió ante el polémico cobro de Claudio Aranda fue el argentino Gabriel "Demonio" Méndez, quien en doble instancia -el juez ordenó repetir la ejecución- mandó el balón en la ratonera derecha de Diego Pozo. Uno a uno.
Se suponía que con ese panorama, el elenco de "Chicho" García tendría su repunte una vez reiniciada la brega. Pero fueron los dueños de casa quienes comenzaron a presionar, con arrebatos personales de Bordagaray y el empuje de los laterales, Baeza y Cáceres.
Con tan poco, a Rangers le alcanzó para encender las alarmas en la última línea nortina, especialmente cuando Fernando Gamboa mandó al campo a Jean Paul Pineda, quien se cargó por el lado de Diego Silva y allí se desequilibró la cancha a favor de los talquinos.
Una presión que obtuvo premio cuando a once minutos del final, un centro de Díaz se encontró con la pésima salida de Contreras, quien desprotegió el arco intentando cortar un centro que llegó a la cabeza de Mauricio Gómez en el segundo palo.
La misma jugada que durante todo el torneo le trajo pesadillas a la defensa loína, esta vez quedó servida a los pies de Rodolfo González, quien sentenció el 2 a 1 y de paso, no celebró el gol porque "le tengo mucho cariño a este club que me formó", diría en camarines.
Como tantas veces, Cobreloa trató de buscar un atisbo de reacción. Los ingresos de Hernán Altolaguirre y Jonatan Chaves arrimaron más volumen ofensivo, aunque siguió siendo Ignacio Herrera el que parecía querer cambiar la triste suerte de su pálido equipo.
No se pudo más, no había recursos futbolísticos para imponerse a un contrincante más que discreto, uno que sólo apelaba a desordenados contragolpes y soportó el correr de los minutos para conseguir un triunfo vital, uno que vino a darle un poco más de aire a su dirección técnica que se mantiene cuestionada.
Tanto como la de "los zorros", esa que durante la próxima semana tendrá un complicado desafío. Recuperar a un plantel desmotivado, realizar cambios necesarios para que el equipo encuentre mejor funcionamiento y tratar de sostener la presión del hincha.
Un empate o derrota ante Unión Española el próximo viernes en Calama sentenciaría la salida de Jorge García desde la banca. Algo que hoy, muchos piden a gritos...