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La historia real detrás de la nueva cinta dirigida por George Clooney

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A l actor George Clooney le gustan las viejas películas bélicas, desde "El gran escape" a "Los héroes de Kelly", tramas de misiones suicidas con grandes repartos que miran a la guerra con cierto romanticismo heroico, el mismo que él ha tratado de impregnar a su nuevo proyecto, "The Monuments Men".

El intérprete y director dice que le fascinaron los hechos que narra hasta el punto de que convirtió en "algo personal" llevar la historia al cine.

El filme, ambientado en los días finales de la Segunda Guerra Mundial, traslada a la gran pantalla la historia real de un grupo de artistas, arquitectos y responsables de museos que se alistan en el Ejército de EE.UU. para frenar el robo de obras de arte orquestado por los nazis en Europa.

"Realmente, no sé mucho de arte, aunque me gustaría que así fuera, pero me encanta la idea de lo que ellos representaban. No era suficiente que Hitler quisiera matarte; él te quería robar tu historia, como si nunca hubieras existido, nunca hubieras estado allí, y para hacer eso se dedicaba a robar todo el arte", dijo el actor a la agencia EFE.

Clooney decidió dirigir, producir y adaptar el guión (inspirado en el libro "The Monuments Men"), junto con su asiduo colaborador Grant Heslov, y protagonizó una cinta que "es como una película de atracos y una de guerra al mismo tiempo", en palabras de Matt Damon, quien también formó parte del elenco.

Para Damon fue su sexto proyecto con su amigo Clooney, cuyo poder de convocatoria atrajo al "set" a estrellas como Bill Murray, John Goodman, Jean Dujardin, Bob Balaban, Hugh Bonneville y Cate Blanchett para dar vida a los intrépidos estudiosos.

El grupo, comandado por Frank Stokes (Clooney), se trasladó al frente europeo, donde los alemanes se batían en retirada llevando consigo las obras de arte robadas y otras muchas escondidas. Su misión, lejos de generar rechazo, contó con la aprobación del presidente Franklin D. Roosevelt y el general Eisenhower.

Entre los hallazgos del grupo militar estuvo la mina de sal de Altausee, en Austria, donde los alemanes almacenaron más de 6.500 pinturas, 230 dibujos, 137 esculturas, 122 tapices y centenares de libros valiosos, un tesoro que, a juicio de Damon, era digno de ser salvado, aún a riesgo de morir en el intento.

"Creo que es lo correcto cuando se trata de este tipo de arte; quiero decir, si mi casa estuviera en llamas, no creo que entrara para rescatar las pinturas hechas por mi hija... El arte es el latido de nuestra cultura, lo mejor que jamás hayan logrado los seres humanos. Si lo perdemos, realmente perdemos quienes somos", agregó Damon.

En el filme, las obras que acaparan la mayor atención de los nazis, los estadounidenses y los rusos son la "Madonna" de la ciudad belga de Brujas, una valiosa escultura de Miguel Angel y el retablo de Gante atribuido a Hubert Van Eyck y su hermano Jan.

Clooney rodó "The Monuments Men", su quinta película como director, entre Alemania y Reino Unido, con más diálogos que disparos, y los retrasos en el montaje final por los efectos visuales hicieron que se pospusiera su estreno hasta 2014.

En un principio su debut en EE.UU. estaba previsto para diciembre pasado, lo que habría permitido a la película entrar en la carrera por los Oscar, que se entregan el 2 de marzo.

Finalmente, el estreno mundial de "The Monuments Men" fue el sábado en el Festival de Cine de Berlín, donde fue recibida con distan cia por los críticos.

Una película muestra la crisis argentina en clave de terror

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La pregunta "¿Cuál es el rostro del miedo?" fue lo que motivó al cineasta argentino Benjamín Naishtat a profundizar en la realidad social de su país, indagando en las fobias de una sociedad contemporánea que sucumbe ante sus emociones más primitivas.

"Historia del miedo" es la ópera prima de este joven realizador (Buenos Aires, 1986), que se presenta en el Festival de Berlín en la carrera por el Oso de Oro. Anteriormente, Naishtat estrenó sus cortometrajes "Historia del mal" y "El juego" en Rotterdam y Cannes, respectivamente.

"Como punto de partida tenía la idea de trabajar sobre la fractura social que existe en Argentina, en particular en Buenos Aires", dijo el cineasta. "Allí hay una paranoia del otro muy fuerte que condiciona todas las relaciones, incluso urbanísticamente".

Así, "Historia del miedo" intenta mostrar esta paranoia de clases como si fuera una película de terror, sirviéndose de elementos típicos del género para formar un collage de situaciones y personajes con un denominador común: el miedo a lo desconocido. Con este fin, Naishtat se traslada a los barrios del norte de Buenos Aires, "donde la gente se encierra entre muros y con guardias privados para sentirse protegida".