Dos hombres fueron agredidos por sus parejas
Con agresiones físicas y también verbales, dos mujeres de nuestra ciudad atacaron a sus parejas, y les provocaron lesiones leves producto de discusiones y peleas.
En el primero de los casos se trata de un hombre de 35 años, quien fue mordido por su pareja en el rostro, debido a una discusión que fue de menos a más provocando la ira de la mujer, por lo que debió retirarse de su domicilio y hacer la denuncia correspondiente.
El segundo caso, ocurrió en el sector de calle Tocopilla con Yaru, al sector poniente de Calama, y que afectó a J.A.M.P de 46 años, quien tras encontrarse con su pareja y el hermano de ésta, comenzaron una discusión que terminó con la agresión hacia el denunciante, pegándoles con puños, piernas y un madero lo que le provocó heridas menos leves.
Pese a lo curioso de ambos casos, no se trata de una situación "fuera de lo común", explicaron en Carabineros, puesto que muchas veces la reacción de mujeres supera lo que comúnmente se cree, pero son los afectados, quienes por vergüenza, no realizan las denuncias correspondientes, y quedan sin ser puestas en conocimiento ante las autoridades correspondientes y que ayuden a orientarlos.
Los celos y la irracionalidad del iracundo J.I.R.A. de 22 años, pudieron más que su capacidad de comprensión, y lo llevó a entrar al domicilio de su expareja, la joven A.G.M.T. de 19 años, quien en compañía de P.A.R.A., recibieron una golpiza que no esperaban.
Las víctimas se encontraban en su casa de calle Sofía, cuando el celópata ingresó sin forzar la cerradura, puesto que tenía llaves y sin mediar palabra alguna, atacó con golpes de puño y pie a quien fuera su pareja, y que por más de seis meses llevan vidas separadas.
Acto seguido las emprendió con su actual pareja, a quien le propinó agresiones en su cuello y cuero cabelludo con un arma corto punzante, provocándole heridas menos graves.
Pero su actuar irracional fue detenido por personal de Carabineros, que tras la denuncia correspondiente lo ubicó y procedió a su detención, para formalizarlo por agresión con arma blanca y por irrumpir en la morada de la joven pareja que se vio afectada por la ira y celos del agresor que actuó sin mediar las consecuencias de sus actos.