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Cerca de $4 millones se invierten al mes en alumbrado público

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La municipalidad desarrolla un programa de mantenimiento anual que se basa en un plan de actividades a través de una cuadrilla del taller eléctrico perteneciente al municipio, para poder mantener en buenas condiciones el alumbrado público de la ciudad, pero a pesar de los esfuerzos que se generan estos no dan abasto.

"Tenemos 16 mil puntos lumínicos, y nosotros como taller eléctrico contamos con ocho personas para atender los casos de mayor urgencia, ya que no tenemos stock para poder reparar todas las iluminarias de la ciudad, es por eso que existen problemas en estos puntos y que aún no se han solucionado", expresó el jefe del subdepartamento de Operaciones, Gustavo Varas.

Agregando que, "la población de Calama ha crecido por ende el proceso de mantenimiento y reparación es lento".

En este mismo sentido el administrador del municipio Eliecer Chamorro expresó," A pesar del esfuerzo que hace el municipio con la mantención y reparación de la iluminaria de la ciudad, existen puntos lumínicos que deben tener algún imperfecto y no están operando como se debe, por eso el llamado a la comunidad es que se nos informe, para que se tomen las medidas correspondientes con los recursos que disponemos".

La problemática en los desperfectos en la iluminaria pública afecta principalmente a los comerciantes, quienes deben cerrar sus negocios antes de la hora prevista.

Es el caso de Mary Cruz, quien debe cerrar su peluquería ubicada en calle Abaroa a las 19.30 horas, "Las personas ya no transitan por esta calle, ya que está completamente oscura, no sirve de nada que me quede hasta las 21.00 horas".

En la misma situación se encuentra Juan Guillermo López, quien debe cerrar el negocio en el cual trabaja a las 23.00 horas, "En realidad da miedo salir a esa hora a cerrar el negocio a oscuras, la verdad es que nos complica mucho como comerciantes".

El consumismo ha generado agresividad en los calameños

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El problema de la agresividad que se está viviendo en los últimos tiempos tiene su origen en la presión que se genera al estar sumergidos en una sociedad de consumo, así lo explicó el sociólogo David Figueroa, "hoy la sociedad fomenta lo que es la competencia, y ve al "otro" no como un cercano, sino que todo lo contrario es una competencia es por eso que debes derribarla, derrotarla o vencerla en diferentes ámbitos".

Agregando que, "uno de esos ámbitos y en el que constantemente estamos sumergidos es en la sociedad de consumo, donde la competencia está en quién tiene el mejor calzado, auto, vestimenta, trabajo o casa".

Según los especialistas el problema radica en que no todos pueden ingresar a esta sociedad de consumo sin que con ello se genere agresividad. "Las personas se centran en adquirir productos de manera casi compulsiva y que no necesitan, eso apunta directamente hacia el significado de consumismo, ya que se endeudan y si al final no las obtienen esto genera frustración que se traduce en agresividad", expresó el sicólogo, Sebastián Rivera.

"Los que no son capaces de ser aceptados por esta sociedad de mercado, tienden a tener comportamientos agresivos ya que se han vuelto hijos no deseados de este fenómeno", expresó Figueroa.

Según los profesionales, "nosotros no podemos controlar el hecho que una situación nos produzca rabia, pero sí podemos controlar cómo vamos a responder frente a esa emoción negativa de forma agresiva", expresó el sicólogo clínico, Juan Reyes.

Una regla de oro es siempre intentar ser asertivos, es decir, ser capaces de comunicar nuestra molestia sin necesidad de herir a otros, siempre asumiendo nuestra responsabilidad en las situaciones de conflicto, "siempre se debe asumir los errores y aprender a asumirlos, así no se generará frustración por lo cual tampoco agresividad", indicó Rivera.

Recomendaciones generales para afrontar la agresividad es regular el tiempo que se dedica a labores altamente estresantes como el trabajo, "siempre es bueno reconocer nuestros límites y mantener un equilibrio entre actividades de ocio familiares e individuales, pues es saludable tener espacio para sí mismos y disfrutarlos sin culpa", expresó Reyes.

Agregando que, "si la agresividad u otras emociones negativas perduran en el tiempo a pesar de los intentos por estar bien o producen malestar en varias áreas de la vida como el trabajo y la casa por mucho tiempo, es recomendable que se consulte a un profesional sicólogo o siquiatra. Puede que se trate de un problema puntual, como también puede tratarse de un trastorno que requiere tratamiento".