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Cobreloa no levanta y cosecha un pobre empate con Unión Española

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Antes del partido la palabra que más rondaba en el entorno del club loíno era una sola: presión. El banco de Jorge García era cuestionado por la hinchada y ganarle al equipo de José Luis Sierra aparecía como una misión tan obligatoria como compleja.

Y así se notó. Porque Cobreloa abusó del pelotazo cuando tenía que generar juego asociado y demostró poca tranquilidad cuando debió aquietar su vértigo.

Sin embargo, la inclusión de José Pérez en mediocampo planificada por el técnico minero parecía generar réditos cuando el volante comenzó a manejar la poblada zona y generó un par de llegadas de peligro, principalmente por el sector izquierdo donde el paraguayo Gustavo Cristaldo intentaba proyectarse.

No fue mucho. Y nuevamente aparecieron los fantasmas de siempre, porque los errores defensivos generaban llegadas de un visitante que eligió replegarse y salir con rápidos contragolpes.

Cristián "Pochi" Chávez pudo abrir la cuenta antes de los diez minutos. Y si el orden en la última línea era limitado, la temprana lesión de Cristián Suárez -cayó mal tras un rechazo y tiene una fuerte contusión en su rodilla derecha- generó el ingreso de Miguel Sanhueza, que tuvo problemas durante toda la tarde para controlar los embates del argentino Sebastián Jaime.

Con ese panorama y un Gabriel Méndez algo perdido entre los centrales hispanos -el sistema del DT naranja lo instaló jugando como centrodelantero-, Unión Española consiguió sacar adelante el partido inteligente que José Luis Sierra vino a plantear. Uno que bajaba las revoluciones y apelaba al individualismo de Chávez y Canales para desequilibrar.

Pudo ser peor. Porque recién iniciado el complemento, la poca conexión defensiva entre Sebastián Roco y Miguel Sanhueza fue fácilmente sobrepasada por el rápido Sebastián Jaime, que mandó el balón a las nubes cuando estaba en inmejorable posición para derrotar a Luciano Palos. Corrían los cuatro minutos de la segunda parte.

Antes de llegar a los '10, nuevamente se repite la escena, con Cobreloa tratando de imponer una absurda línea del off side en los metros finales de su propio campo. Jaime ingresó sólo por la banda diestra y cuando iba a definir, Palos se jugó la vida quitándole el balón de los pies en una riesgosa acción que salvó su valla.

Se pensaba en lo peor porque en el otro lado, sólo los intentos de Álvaro López, un remate desde 25 metros de José Pérez y los alardes individuales de Méndez aparecían como la llave que abriría el pórtico defendido por Diego Sánchez.

Pero el "Demonio" tiene cosas que lo hacen uno de los jugadores más valiosos del torneo. Tras un balón que perdió y recuperó Ignacio Herrera, Méndez quedó con visión panorámica y puso un formidable pelotazo con ventaja para el ingreso destapado de Gustavo Cristaldo por la izquierda. El guaraní vio la salida del guardavallas forastero y con un "globito" perfecto puso el uno a cero a favor de "los zorros". Corrían 69 minutos y se pensaba que por fin los loínos empezaban a romper el crucigrama capitalino.

Duró nada. Otra vez aparecieron las desconcentraciones y el ingresado Carlos Salom, tras una pared con Chávez y la débil marca de Sanhueza metió un puntazo. Un minuto más tarde. el tanteador estaba otra vez empatado.

Allí falló Jorge García. Porque Gabriel Méndez ya se había recostado como lanzador y el entrenador mandó al campo a Hernán Altolaguirre por Gaitán. La fórmula para complicar al cuadro del "Coto" Sierra era presionar por las bandas, Y se apostó por el innecesario pelotazo desde el fondo buscando un pivoteo o un mano a mano.

Y quedó la sensación de que si Unión Española aceleraba el tranco, se quedaba con los tres puntos. Porque Gustavo Canales nunca fue controlado, Sebastián Jaime se cansó de encarar y ganar la espalda de Cristaldo y tanto Salom como Campos Toro se perdieron al menos dos oportunidades en plena área minera.

Cobreloa sigue sin perder en casa aunque ya no convence. Y si bien la continuidad del DT no quedó en riesgo a partir de lo que sostiene la directiva, las pifias del público denotan la clara molestia del hincha con el pobre nivel de su equipo.