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Reglas claras, reglas justas

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Las últimas demandas presentadas por el Sernac, contra empresas pertenecientes a diferentes mercados, nos demuestra una vez más que eliminar las cláusulas abusivas, a través de la revisión de los contratos, es una tarea primordial en la misión de proteger los derechos de los consumidores.

Recordemos que las cláusulas abusivas son aquellas reglas del juego que fija la empresa en los contratos y que establecen condiciones que pueden perjudicar a los consumidores.

Como Sernac estamos convencidos de que, para generar verdaderos cambios en las estructuras de los mercados, se deben eliminar estas cláusulas de los contratos, las cuales son, en la mayoría de los casos, el origen de muchos de los reclamos y donde se incuba la mayor vulnerabilidad para los consumidores.

En un mercado donde no se respeten los derechos de los consumidores y donde la Ley del Consumidor no tenga el lugar que se merece, perdemos todos: las empresas que al no respetar la Ley prefieren tropezar una y otra vez con la misma piedra y pagar multas en tribunales, antes que resolver el problema de cara a los consumidores.

El Estado, en su rol de velar por disminuir estas asimetrías y por supuesto los consumidores y especialmente los más vulnerables, quienes día a día se enfrentan a contratos complejos.

Por ello, como institución, seguiremos con nuestra labor de solicitar contratos a los diferentes actores del mercado, para su revisión y levantando actas, a través de los Ministros de Fe, para constatar potenciales infracciones a la ley.

Nuestro objetivo es lograr la eliminación de las cláusulas abusivas de una vez y fomentar así que existan reglas claras y justas en favor de los consumidores.

El avance del narcotráfico

Argentina reconoció que ya no sólo es una zona de paso también de consumo. Algo que puede ocurrir en Chile si no se toman las medidas.

Frente a esta realidad y tomando en cuenta lo ocurrido en Argentina es que las autoridades debieran reforzar las políticas antidrogas.

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Las últimas declaraciones de autoridades argentinas respecto al narcotráfico son preocupantes. En el vecino país ya se admite un inesperado avance de este flagelo y las características de este negocio ilícito, que ya se ha tomado varias regiones transformando al país de una zona de tránsito de la droga a a uno de consumo y elaboración.

Estas declaraciones son la alerta para otros países como Chile que siempre se ha catalogado como lugar de tránsito, no obstante cada día aparecen con mayor frecuencia bandas delictuales que consiguen el concurso de extranjeros para elaborar droga, principalmente cocaína mediante métodos caseros y con precursores de fácil obtención.

Esto, más el avance del consumo y la pasividad para aceptarlo como parte de una sociedad cada vez más competitiva y exigente, hace que el problema deba abordarse con mayor preocupación.

Se consume para poder soportar el ritmo y las exigencia impuestas en lo laboral y para ser exitosos.

Con esto el narcotráfico sigue penetrando en los distintos sectores. No hace mucho los dirigentes vecinales de las poblaciones más vulnerables de comunas populosas reconocían que el principal flagelo que deben enfrentar es el microtráfico. Droga transada en pequeñas cantidades, que llega a menores y jóvenes de esos sectores convirtiéndolos en adictos y abriéndoles paso a la delincuencia.

Frente a esta realidad y tomando en cuenta lo ocurrido en Argentina es que las autoridades debieran reforzar las políticas antidrogas. Ampliar los límites del Plan Frontera Norte, mejorar los controles en todo tipo de vías, porque son ellas las que se usan para trasladar los grandes cargamentos, además de preparar a nuestros policías contra el poder de corrupción del narcotráfico.

Medidas que se suman a la educación y prevención, pero que no serán suficientes si no existe una mayor conciencia social del daño real de las drogas y los peligros del narcotráfico que destruye a comunidades completas sin la más mínima compasión, como hoy lo viven varios estados mexicanos.