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Municipios destinan a proyectos sólo uno de cada diez pesos que reciben

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El área de los proyectos fue durante 2013 una de los puntos débiles de los municipios de la región, según se observa en los informes de ejecución presupuestaria entregados por estos organismos a Contraloría.

Allí se indica que el año pasado las nueve casas consistoriales dispusieron de recursos totales por $139.398 millones, de los cuales sólo $13.979 millones, equivalentes al 10%, fueron destinados a la ejecución de obras o la elaboración de estudios básicos para este mismo fin.

La cifra parece baja, más si se la compara con los grandes desembolsos que las municipalidades hacen en remuneraciones, bienes y servicios de consumo y transferencias, los cuales fácilmente concentran el 70% de los recursos que ingresan a sus arcas.

Los informes de ejecución presupuestaria son entregados mensualmente por los municipios a Contraloría, entidad que los revisa y luego publica en su página web.

Según éstos, la municipalidad que más dinero manejó durante 2013 fue, lejos, la de Antofagasta, con un presupuesto de $78.925 millones, lo que representa más de la mitad de toda la recaudación del periodo.

Antofagasta destinó al área de proyectos y estudios $7.613 millones, mientras que en remuneraciones (sueldos, asignaciones, aguinaldos y bonos) gastó $8.087 millones.

Los bienes y servicios de consumo (electricidad, agua, mantención de jardines, semáforos, etc.) le costaron a Antofagasta otros $19.061 millones, al tiempo que las transferencias (principalmente a educación y salud) totalizaron $28.948 millones.

El desequilibrio que se observa entre lo que se gasta en proyectos y lo que se destina a otras áreas, también importantes, es atribuido por los alcaldes al aumento de las responsabilidades municipales y a la falta de recursos.

El alcalde de Calama, Esteban Velásquez, piensa que los municipios son víctimas del "centralismo en la administración de los fondos", situación que los deja con pocas posibilidades de dirigir las transformaciones de las ciudades.

Velásquez argumenta que en los últimos años a las municipalidades se les ha cargado la mano con la ejecución de todo tipo de programas sociales, aunque sin aportar mayores presupuestos, problema que claramente tiene un efecto en las inversiones.

"Es necesario que vía Fondo Común Municipal o a través del Gobierno Regional, se entregue una cifra importante de libre disposición a las comunas, sin temor a cómo podamos hacerlo, porque los problemas muchas veces no están en los municipios, sino que en los ministerios", indicó.

Refiriéndose a la situación particular de Calama, el alcalde informó que la municipalidad debió asumir íntegramente todos los gastos asociados al traslado del campamento Chuquicamata.

De esta manera, señaló, los recursos para retiro de basura, alumbrado público o mantención de áreas verdes que antes salían del bolsillo de Codelco, ahora son una carga más para el municipio. "Y con el mismo presupuesto".

El alcalde de Tocopilla, Fernando San Román, explicó que los gobiernos comunales tienen que destinar recursos incluso a materias que legalmente no les competen, porque la ciudadanía "donde primero acude es la municipalidad".

"Nosotros tenemos que solucionar la basura, financiar la educación, hasta los hoyos de las calles, que son responsabilidad de Serviu, todo nos llega a nosotros, y los recursos no alcanzan, por eso hay áreas que se resienten", explicó.

San Román señaló que otro problema es la que la distribución de los fondos no es la adecuada, lo que se traduce en que algunas municipalidades pequeñas tengan mayores presupuestos que otras de tamaño medio.

Tocopilla, por ejemplo, posee menos recursos per cápita que Sierra Gorda, tema que para el edil demuestra que existen "fallas estructurales en el sistema".

Mauricio Peldoza, alcalde subrogante de Antofagasta, dijo que el municipio de la capital regional está consciente de la necesidad de destinar más recursos al área de inversión, sobre todo en un año donde el Gobierno Regional contará con escaso presupuesto para financiar proyectos municipales (sólo hay $10 mil millones disponibles en el FNDR).

Para lograr este objetivo, explicó Peldoza, la municipalidad está modificando los contratos que firma con las empresas de servicios para incluir en ellos costos que hoy deben ser absorbidos por la casa consistorial.

"La idea siempre es tratar de invertir lo más posible en proyectos e ir reduciendo los presupuestos de mantención y servicios", recalcó.

Peldoza destacó que la Municipalidad de Antofagasta es "bastante responsable" en sus gastos y normalmente termina su ejercicio presupuestario con saldos a favor que permiten ir suplementando distintas partidas.

"Somos ordenados y eso nos ayuda, pero es un hecho que este año vamos a tener que reducir costos, porque los recursos del Gobierno Regional están muy comprometidos", manifestó.