Secciones

Exigirán "rigurosidad" al contratar personal a honorarios

E-mail Compartir

El gremio de los Funcionarios Municipales a través de una precisión, manifestaron su incomodidad con los hechos que dieron cuenta de una serie de estafas que una mujer, que utilizando una investidura que supuestamente la acreditaba como tal, realizó a más de 30 familias, lo que según la presidenta del gremio, Ana María Díaz, desacredita la real misión de los trabajadores del consistorio.

"Estos hechos empañan y también mancillan el verdadero rol que a diario cumplen los funcionarios municipales, quienes tienen y tendrán un compromiso con la ciudadanía, y que están lejos de ser una condición para provecho propio, o de particulares. Nos debemos a Calama y su gente", comentó Díaz.

Por lo mismo, expresó que "pediremos al señor alcalde que aplique mayor rigurosidad en las contrataciones de personal a honorarios, porque situaciones como ésta no deben ocurrir, pues denosta el quehacer de quienes por años han cumplido una labor de servicio, compromiso con su trabajo y la comunidad", agregó la presidenta del gremio.

Además, dijo que esta situación también "afecta al 10 por ciento de funcionarios que por años están trabajando al servicio de la municipalidad de Calama, que nunca han sido reconocidos y que tampoco gozan de beneficios que sí tienen los trabajadores de planta del consistorio loíno, y que luchan por ello", precisó.

Sólo 27 familias recibirán el bono "Chao Suegra" por escaso interés

E-mail Compartir

Jacqueline Astudillo, de 29 años, desde el 23 de diciembre del año pasado que vive pensando en que en cualquier momento la van a desalojar. Desde hace cinco, que está instalada en el campamento "Chile Nuevo", donde hace su vida con lo mínimo, al igual que lo hacen 21 familias más instaladas hace más de diez años en la parte alta de Antofagasta.

Ella es madre soltera de tres niños, de 8, 3 y 1 año, a los que mantiene con las ventas que logra hacer en la Feria "Las Pulgas", donde obtiene un promedio de $85 mil mensuales, que se suman a una pequeña ayuda familiar.

Cuando supo que existía la posibilidad de contar con un subsidio de arriendo, pensó que sería el camino para vivir de manera digna con su familia y por fin dar a sus niños un verdadero hogar, con la tranquilidad de que no se irían a la calle en cualquier momento.

Hasta ahora la orden de desalojo se mantiene en espera, pero tampoco pudo optar a este subsidio, porque el monto no alcanza para poder arrendar un lugar donde vivir.

"El problema es que con esa plata no me da ni para una pieza y además voy a tener que incurrir en otros gastos que hoy no tengo en el campamento, lo que me hace imposible tomar la opción", dijo.

En la región hay un cupo para entregar 100 subsidios de arriendo, de los cuales 27 fueron asignados: 16 de ellos para Antofagasta, 2 para Calama, 1 en Mejillones, 1 para Taltal y 7 en Tocopilla.

Más allá de las cifras, la necesidad continúa en el mismo campamento "Chile Nuevo". Allí vive la señora Elba Ramos, que está postrada luego de sufrir un coma diabético, que la dejó sin visión y con problemas para poder desplazarse.

Su marido, también tiene problemas graves de salud y hacen lo que pueden para mantenerse con sus tres hijos.

El subsidio de arriendo aparecía como la solución para la familia de Elba Ramos, pero lamentablemente su condición es tan precaria que ni siquiera tienen para poder comprar los medicamentos que requiere y menos tendrían para pagar alguna diferencia de una renta.

Paula Sampsom de 35 años vive con su familia en el campamento "Humilde Esperanza". Allí comparte su vivienda con cuatro hijos y su pareja que trabaja en construcción.

"Cuando supimos de este beneficio primero nos alegramos, pero después sentimos que era una burla, porque desde el Serviu nos dijeron que la única forma de obtener el beneficio era que las 17 familias del campamento lo hicieran" dijo.

Paula coincide que arrendar una casa con el dinero que otorga el subsidio es muy difícil en Antofagasta. "Los arriendos más baratos que encontramos están por los $250 mil y si sumamos los gastos domésticos y la locomoción, no tenemos como pasar el mes", acotó.

La mayoría de las personas que viven en campamentos, son beneficiarios de subsidio para la vivienda, pero hace más de un año y medio que están esperando para poder optar a su casa propia y dejar de vivir en esas condiciones.

En diciembre del año pasado el gobierno lanzó el subsidio de arriendo, al que llamó "Chao Suegra". El beneficio permite arrendar casas que cuesten hasta $200 mil mensuales, con una duración máxima de 5 años.

Durante los primeros tres años del subsidio, el beneficio del Estado será equivalente a 3 UF, poco más de $70 mil y durante los dos siguientes años, alcanzará las 2,5 UF, equivalentes a poco más de $58 mil.

Para acceder al beneficio, los postulantes deben tener entre 18 y 30 años, hasta 13.484 puntos en la Ficha de Protección Social, al menos una pareja o hijo y deben contar con un ahorro de 4 UF, lo que significa unos $93 mil.

La familia que obtenga el subsidio debe buscar una vivienda que cumpla con las características exigidas, firmar ante notario un contrato tipo de arrendamiento con el dueño de la vivienda, y luego validarlo en el Serviu.