La situación que dice relación con el destino que tendrá la continuación de las obras del nuevo Hospital de Calama, se vuelve cada vez más compleja e incierta. Los argumentos de uno y otro sector, sin lugar a dudas llevan a la ciudadanía a experimentar una incertidumbre mayor, toda vez que, son pocos los avances que parece haber para retomar las labores de construcción, y mientras tanto el longevo y fatídico centro asistencial que usa la ciudadanía, ya no resiste.
Lo lamentable, es que por el sistema político reinante en el país, todo procede con lentitud.
El Colegio Médico ha manifestado su inquietud por las estimaciones que hacen respecto de cuando recién Calama podría tener su hospital nuevo.
Pero también hay otros que están preocupados, como los mismos integrantes del Consejo Regional.
Esta demora, conlleva inclusive a que surjan quienes por cuenta propia buscan antecedentes y los resultados, no siempre resultan alentadores.
Luis Caprioglio, de la Comisión de Salud del Consejo Regional, comentó de un proceso judicial que llevó a retener un sistema de adjudicación de trabajos que a su entender, no estaba garantizado para que pudiera ser beneficioso para los loínos.
Informó que "El Tribunal de Compras Públicas dictaminó que la licitación para la continuación de los trabajos en el Hospital de Calama, no podía desarrollarse porque transgredía las bases de la licitación original, dado que debía ser una licitación pública y no privada", dijo.
Agregó que de acuerdo a los antecedentes que pudo recopilar, efectivamente había un procedimiento tal, donde había participado solamente una empresa, de las seis que en un comienzo mostraron algún interés en integrarse al proceso.
Pero finalmente sólo una hizo presentación de su propuesta, por un monto de treinta y dos mil millones de pesos. Y asegura Caprioglio que ese monto, pasó a ser más alto inclusive que la cantidad que se asignó para el proyecto original del hospital, que fue de treinta mil millones de pesos.
"A nosotros nos parece que esto es excesivo. Esto hay que estudiarlo y analizarlo, porque justamente refleja, lo que hemos manifestado desde un comienzo, que la licitación debe ser pública y se debe generar igualdad de oportunidades para todas las empresas interesadas que quieran hacerse parte de la terminación del hospital de Calama", dijo.
Denunció que, según pudo conocer, el Ministerio de Salud hizo un llamado con muy poco tiempo para que las empresas pudieran estudiar el proceso, ni tampoco les hizo entrega del informe elaborado por una empresa externa, donde se especificaba todo lo que se requería para realizar la obra.
Según Caprioglio, el Ministerio hizo el llamado, sin siquiera tener ellos la información completa, lo que llevó a la especulación y se terminó con una denuncia ante el Tribunal de Compras, para evitar se procediera a licitar con errores.
Afortunadamente dijo, se pudo retener el proceso, de lo contrario, "tal vez el Ministerio habría adjudicado por 32 mil millones de pesos para poder terminar el proyecto, lo que habría sido un escándalo".
Según lo estima, ahora el ministerio debiera hacer un nuevo llamado a licitación público, para que las empresas puedan estudiar y plantear sus propuestas, para que "podamos cuidar de mejor forma los recursos de todos los chilenos".
Dolidos aún por lo sucedido, la empresa Pilasi cuenta su propia versión de lo acontecido cuando el Ministerio de Salud decide caducarles el contrato, ante ciertos reparos que se les hacía en su momento, al no terminar las obras.
"No hubo insolvencia de nuestra parte. Era el Ministerio quien no nos hacía los pagos a tiempo, fueron retrasando y nosotros por cuenta nuestra, debíamos avanzar y pagar a los trabajadores", comentan los ejecutivos que piden reserva de sus nombres, porque temen represalias.
Pero luego de comentar todo el drama que implica a una empresa el terminar de esa forma un proceso, y que debieron judicializar, precisamente porque "no nos consideramos culpables, y por el contrario, deben indemnizarnos y eso lo decidirá la justicia", añaden.
Pero según trascendió, fue el propio propietario de la empresa a cargo de las obras, Carlos Pilasi, quien hace la denuncia ante el Tribunal de Compras Públicas, para impedir una licitación que llamaron privada para continuar los trabajos, porque no hubo más que un oferente.
"Nosotros supimos de ello. Lo único que hubo es que llamaron a una reunión a algunas constructoras y las invitaron a que presentaran un presupuesto para terminar las obras y recibieron el presupuesto de sólo una de ellas. Y la suma era muy alta, muy superior respecto del valor de las obras a realizar", agregan.
Pero, el llamado no apareció en las páginas de licitación de Chile Compra, ni del ministerio. Frente a ello, esta empresa presentó una reclamación ante el Tribunal de Compras Públicas, quien acogió el reparo y pese a que durante febrero se mantienen inactivos, se estableció que el proceso debía detenerse.
La misma empresa igual hizo saber de la situación a la Contraloría General de la República, la que no se pronunció ante el tema, porque está en manos del tribunal. En parte la respuesta establece que "este Ente de Control ha tomado conocimiento de lo planteado por el señor Pilasi Concha pero debe abstenerse de pronunciarse en relación con la situación que se plantea por cuanto en virtud de lo que se plantea, no le corresponde intervenir en asuntos sometidos al conocimiento de los tribunales de justicia, que es lo que ocurre en esta situación".
Por otro lado se informó que la empresa mantiene el proceso judicial en contra del Servicio de Salud de Antofagasta, con el propósito de que se les restituya parte de las pérdidas en que incurrieron luego que el Ministerio decidió terminar el contrato de construcción del centro asistencial de Calama, por cuanto, se dijo que ellos tenían considerados sus gastos y el conflicto les llevó a pérdidas considerables.
De acuerdo a lo explicado por los ejecutivos, se solicitó les restituyan a lo menos cinco mil millones de pesos por esta situación. Mientras tanto, este proceso continúa.
Desde el Servicio de Salud de Antofagasta, se desmintió que hubiere habido algún llamado a licitación privada. Se informó que personeros de esa entidad, como también el cuerpo de abogados concurrieron a Santiago esta semana. No se informó el porqué del viaje.
Y en respuesta a lo establecido por el consejero regional Luis Caprioglio se dijo que "respecto a la reanudación de las obras del nuevo hospital de esa ciudad, podemos informar que el Servicio de Salud Antofagasta y el Ministerio de Salud han evaluado todas las alternativas para la continuidad de las obras del Hospital de Calama Dr. Carlos Cisternas dentro de la legalidad vigente. A la fecha el Servicio de Salud Antofagasta no ha firmado contrato alguno con una empresa constructora. Más aún, porque la ficha del proyecto está en reevaluación por parte del Ministerio de Desarrollo Social.
Y respecto de lo afirmado por Comsa Pilasi se dijo que "El consorcio Comsa-Pilasi a quien el Servicio de Salud Antofagasta terminó su contrato, sólo es representado por el síndico de quiebras quien no ha hecho ningún requerimiento a la Contraloría General de la República".
Lo cierto es que mientras tanto se resuelve este problema, la comunidad loína sigue sin un hospital digno.
"De acuerdo a los antecedentes, la empresa que pudo haberse adjudicado la obra de terminación, licitaría por más recursos que lo que costó el proyecto original".
Luis Caprioglio
consejero regional
El Ministro de Salud, Jaime Mañalich, y los subsecretarios de Salud Pública, Jorge Díaz, y de Redes Asistenciales, Luis Castillo, se reunieron hoy con sus sucesores desde el próximo 11 de marzo, Helia Molina, Jaime Burrows y Angélica Verdugo, respectivamente. Fue una "muy buena reunión", dijo tras el encuentro el ministro Mañalich, quien recordó que el Ministerio de Salud es la repartición más grande del Estado de Chile, con 150 mil trabajadores. "Además de acordar reuniones bilaterales con cada autoridad, hemos hecho entrega de la información respecto a los proyectos que están en el Parlamento", explicó el ministro.
El contrato
A fines del 2009 se dio luz verde al inicio de las obras para construir el nuevo hospital de Calama.
Empresa Pilasi
Se adjudicó las obras de construcción, tras la destinación de los recursos por parte del Ministerio de Salud.
El terremoto
De febrero del 2010, fue un primer obstáculo, dado que se le cambió las exigencias a las empresas constructoras, para que la edificación fuera más sólida y se cambiaron las especificaciones.
Servicio de Salud
Detecta los primeros retrasos y problemas de solvencia económica que atribuyen a la empresa constructora.
Pilasi
Establece que los estados de pago no estaban al día, por parte del Servicio de Salud y no reconocen haber presentado ellos el problema por lo mismo, deciden judicializar el proceso.