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El cumpleaños de una muñeca escandalosa

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Hubo un tiempo en que las muñecas sólo representaban a guaguas o niños pequeños a los que sus dueños cuidaban como padres. Barbie, la muñeca de piernas largas y cintura imposible, vino a romper con esa convención.

Ella era una mujer emancipada de posguerra que vivía en un mundo lleno de objetos fucsias, violetas y lavandas. Era un pequeño universo adulto, plagado de accesorios, donde la niñez jugaba con las mil y una caras de esta muñeca y sus más de 150 roles que van desde la dama ultra sofisticada cubierta de pieles y diamantes, a la intrépida piloto de la fuerza aérea; desde la sonriente atleta olímpica a la pulcra veterinaria o la candidata presidencial.

El 9 de marzo de 1959, hace exactos 55 años, debutó en una feria de juguetes neoyorquina la vilipendiada y amada Barbie. Manufacturada por Mattel, gigante mundial de la venta de juguetes y dueños también de los Hot Wheels. La delgada y voluptuosa muñeca con cuerpo de mujer hoy factura millones en más de 150 países.

Su creadora fue la estadounidense Ruth Handler, décima hija de un matrimonio de inmigrantes judío polacos, que viendo a su hija Bárbara jugar con figuritas de papel reparó en que sus favoritas eran las que representaban a mujeres jóvenes. "Las niñitas sólo quieren ser niñas grandes", le decía a su esposo diseñador, con quien manejaba su naciente empresa.

De viaje por Europa, encontró en Alemania lo que buscaba: una muñeca con el cuerpo de una joven. Se trataba de Bild Lilli, una rubia peinada con cola de caballo y muy parecida a Marlen Dietrich. El personaje provenía del papel, una tira cómica muy exitosa que se publicó desde 1952 a 1961 en un diario de Hamburgo.

Se trataba de una avispada y linda chica de provincia que llegaba a trabajar a la gran ciudad. Al principio la muñeca se vendía en bares y tabaquerías a adultos, pero pronto los niños también las quisieron. En 1964 los dueños alemanes vendieron definitivamente sus derechos a Mattel.

Barbie es ultra femenina, pero trabaja y sus diversas profesiones no le impiden tener a un eterno novio que la secunda siempre vestido para la ocasión. En su primer año de producción se vendieron más de 350 mil muñecas. En la siguiente década las ventas alcanzaron el medio billón de dólares y hoy Mattel afirma que cada tres segundos se vende una Barbie en algún lugar del mundo.

Las principales críticas sobre este juguete de plástico que ha atraído a las niñas por décadas es que refuerza estereotipos de género y manda mensajes nocivos desde su cuerpo de proporciones inalcanzables.

Inolvidable la campaña lanzada en 1992 con frases del tipo "¿Tendremos alguna vez suficiente ropa?" o "¡La clase de matemáticas está muy difícil!". Ambos llamados hicieron poner el grito en el cielo a muchos padres y profesores del mundo.

En febrero pasado, algunas quejas se elevaron porque junto a la frase "la muñeca que lo empezó todo", Barbie aparecía posando en traje de baño para la portada de Sports Illustrated Swimsuit, famosa revista de Time Warner que acostumbra a mostrar hermosas mujeres, algunas retocadas en Photoshop.

Algunos decían que el absurdo había llegado a tal nivel que el próximo paso de Barbie sería posar para Playboy.

De inmediato, bajo el hashtag #unapologetic (sin remordimientos) la mismísima Barbie salió al paso de quienes se disgustaron y calificaron de aterradora la portada.

"Soy una muñeca. Y sí, siempre he causado un poco de agitación, comenzando por mi debut como adolescente en traje de baño en 1959. Fui diseñada por una mujer y madre decidida a entregarles a las niñas una forma de jugar, de imaginar un sueño y fueron esas niñas quienes me entendieron e hicieron de mí un éxito. Con el tiempo me transformé en un icono y como todos los iconos he estado dentro de la conversación cultural", afirmó la blonda cincuentona.