Anuncios y promesas presidenciales
Bachelet y Piñera reconocieron que Calama ha sido postergada, pero ninguno tuvo la voluntad suficiente de resolverla.
"El último día de Gobierno de Piñera y a horas de iniciar el segundo de Bachelet, dos Mandatarios que no cumplieron sus promesas con la ciudad".
En noviembre de 2009 el entonces subsecretario del Interior del Gobierno de Michelle Bachelet, Patricio Rosende, visitó Calama para anunciar la inversión de 500 millones de dólares para la ciudad en el periodo 2010-2012.
Anuncio que además contemplaba la conformación de comisiones de trabajo para analizar tres puntos que hoy siguen siendo demandas recurrentes de los calameños: recibir parte de las utilidades del cobre; considerar a ésta como una zona extrema; y renacionalizar el cobre y el agua.
Los años pasaron y el cambio de gobierno terminó por dejar bajo la alfombra la millonaria inversión prometida por la Concertación a los cada vez más incómodos y bulliciosos calameños, que durante el periodo de campaña de las presidenciales nuevamente fueron objeto de promesas ambiciosas, esta vez, por parte de Sebastián Piñera.
"Yo quiero ser el Presidente que hizo justicia con Calama (…) Le digo a la gente que puede confiar que aquí estamos hablando en serio, no son promesas que se las lleva el viento, son compromisos que los siento en el alma", enfatizaba el hoy Presidente, quien anunció, entre otros cosas, sacar la cárcel del centro de la ciudad y construir el nuevo hospital.
En ese contexto, el arribo de la Alianza por Chile a la presidencia abrigaba la ilusión entre los loínos que esta vez sí se haría algo concreto por la ciudad, pero a medida que el gobierno de Piñera avanzó la sensación de postergación no hizo más que profundizarse.
Aún cuando el propio Mandatario intentaba poner paños fríos a la creciente agitación social en julio de 2012 (expresada en marchas, tomas y paralizaciones) visitando la ciudad y reconociendo que Calama "necesita y merece un trato distinto".
Hoy, en el último día de Gobierno de Piñera y a horas de iniciar el segundo de Bachelet, dos Mandatarios que no cumplieron sus promesas con la ciudad, la pregunta es si alguna vez habrá verdadera voluntad de resolver las demandas de Calama o tendremos que esperar cuatro años más. La Presidenta tiene ahora la palabra.