Expertos no descartan sismo mayor y llaman a estar listos
El fuerte sismo de 6,7 grados Richter y las más 80 réplicas, muchas de ellas sensibles, registradas en Iquique, podrían ser según algunos expertos, una advertencia del gran terremoto que se espera en la zona norte del país.
Si bien todavía se estudia la localización exacta del movimiento telúrico, lo cierto es que nadie descarta que el evento pueda ser una especie de "precursor" de un fenómeno mayor, como el que hace décadas se anuncia para el norte chileno y la zona sur de Perú.
La advertencia, aclaran los expertos, no busca generar alarma en la población, sino propiciar que esté preparada para un evento sismológico de consideración que en algún momento debe producirse.
El director del Centro Sismológico Nacional (CSN), Sergio Barrientos, dijo que estudiando los antecedentes de lo ocurrido el domingo en Iquique, y considerando la "laguna sísmica" (periodo sin terremotos) que existe desde el sur de Perú a la península de Mejillones, no se puede descartar que estemos en la "antesala" de un sismo de gran magnitud.
"En otros momentos la actividad sísmica como ésta ha sido considerada como precursora de terremotos", argumentó el experto a Emol.
Pese a esto, Sergio Barrientos aseguró que el escenario más probable es que las réplicas tiendan a desaparecer dentro de un par de días.
El conocido geógrafo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Marcelo Lagos, explicó a este Diario que el movimiento telúrico de Iquique fue producido por la gran energía que está acumulada en la zona norte. A partir de esto, Lagos deduce que la posibilidad de un gran terremoto, con tsunami incluido, existe.
"Nadie puede anticiparse a lo que viene ahora. Si seguirá temblando o disminuirá la sismicidad de la zona, es algo que no podemos saber, sólo nos queda estar alertas", dijo el académico, permanente invitado a programas de televisión.
Según Lagos, independiente de si el último sismo involucró o no a la zona de mayor acoplamiento entre las placas terrestres, el evento claramente se conecta con la gran acumulación de energía que existe en el norte y con el proceso final del "ciclo sísmico" que cada cierta cantidad de años provoca un terremoto de gran magnitud.
La opinión es compartida por el director del Centro de Ingeniería de Mitigación de Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta (UA), el geógrafo Jorge Ramírez, quien precisó que cualquier movimiento terrestre mayor a seis grados es terremoto.
El experto local dijo que el sismo de Iquique ocurrió en un área donde históricamente se han iniciado otros grandes terremotos, como el de 1877. Por eso, asegura, es un sector de cuidado y al cual hay que mantener en constante análisis.
"La naturaleza comienza a mostrar señales y si uno quiere bajarle el perfil, lo puede hacer, pero también es una advertencia importante", subrayó.
Jorge Ramírez piensa que es necesario estudiar muy bien los últimos movimientos telúricos registrados en la macrozona norte, porque estos episodios, algunos de gran magnitud, siguieren que algo está pasando a nivel de placas.
"Esta perturbación geológica puede continuar de dos formas. O escala y llega más arriba, generando un terremoto más grande, o se estabiliza y en un par de meses terminan las réplicas, lo que significaría que la energía acumulada en esa zona ya se liberó", apuntó.
Los análisis del CSN establecen que el sismo registrado en Iquique sólo liberó una mínima cantidad de la energía acumulada durante la extensa "laguna símica" que registra el norte del país, donde los últimos terremotos importantes (mayores a 8 grados Richter) ocurrieron en 1868 y 1877.
El geólogo del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, Gabriel González, aportó una visión distinta.
González explicó que para que un sismo sea precursor de otro de mayor, tiene que originarse un movimiento de ruptura con orientación de norte a sur, y lo que ocurrió el domingo en Iquique fue una ruptura de este a oeste.
Además, manifestó que los sismos precursores ocurren en la misma falla de subducción (punto de contacto entre placas) que el evento mayor, requisito que aparentemente tampoco se cumpliría.
Esto, porque según González, el de Iquique habría sido un movimiento un poco más profundo que el que esperado para el norte, aunque aclaró que todavía no se puede descartar ninguna posibilidad.
El sismólogo de la UCN, Pablo Salazar, señaló que el gran movimiento sísmico que se anuncia debería ocurrir en el territorio comprendido entre Mejillones y Arica.
"Las magnitudes en el caso de un terremoto mayor serían entre 8 y 8,5 grados, lo que no es menor. El movimiento también podría ser acompañado por un tsunami", manifestó.
De acuerdo a los análisis hechos por los profesionales de la UCN, el terremoto afectaría las zonas ubicadas más al norte de Antofagasta.
El mayor cuidado en la región debería estar en Mejillones y Tocopilla, donde el posterior tsunami, tomando como base la experiencia del terremoto de 1987, serías particularmente destructivo.
Tras el último terremoto grande registrado en el país, el 27 de febrero de 2010 en el Biobío y Maule, el foco de atención se centró en la zona norte producto que en 135 años no se ha presentado un sismo de gran intensidad. En publicaciones anteriores el Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes de la Universidad de Antofagasta, sostuvo que el gran terremoto esperado en el norte sería de magnitud 8.5° a 8.8° y no 9.0°. Esto significa la mitad de su fuerza. Las zonas donde habría más acumulación de energía se ubican entre Tocopilla y la península de Mejillones.