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La difícil tarea de crear espacios culturales en la ciudad

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Muchas veces los calameños reclaman por los pocos espacios existentes en la ciudad para el desarrollo cultural de los artistas locales, pero han existido en el último tiempo iniciativas de organizaciones que por falta de recursos, problemas de gestión o poco interés de la comunidad, no han dado resultados, quedando a la deriva.

Este es el caso de los proyectos culturales la Casa Naranja y de la Casa de Cultura de Calama, que en estos momentos no están cumpliendo un rol determinante en la comuna y sus sedes fueron cambiadas de lugar o simplemente no funcionan.

La Casa Naranja nace por la evidente necesidad de contar con un organismo independiente y autogestionado en el territorio, que acompañara y respaldara los procesos que se desarrollan y que estén relacionados con la práctica cultural y artística en comunidad. El objetivo principal de la institución era brindar una guía técnica, ampliar miradas y abrir opciones de colaboración que puedan vincular diversas iniciativas para potenciar su impacto en la zona, pero en los último meses sufrió una gran reestructuración y cambio el enfoque con el que estaban trabajando.

Hace casi un año comenzaban los trabajos de construcción de la sede física de la ONG La Casa Naranja, que estaría ubicada en la junta de vecinos Los Balcones, en el sector norponiente de la ciudad, pero debido a algunos inconvenientes con los habitantes del lugar, el proyecto no rindió los frutos que se esperaban y los encargados de la iniciativa cultural decidieron sacar la edificación y donarla a la Agrupación Límite Cero, quienes prestan servicio para el desarrollo cristiano en la ciudad, para que la instalaran en un parcela de los alrededores de Calama.

Julio Pastén, gestor cultural de la ONG La Casa Naranja, explicó que "esa casa la obtuvimos gracias a un proyecto que presentamos en concurso abierto que generó el consorcio Calama Plus, teniendo un acuerdo previo con la junta de vecinos Los Balcones. Una vez que la trasladamos y luego de un tiempo donde pudimos realizar tallares de formación artística y residencias sociales, pobladores del sector nos pidieron que sacáramos la casa porque necesitaban espacio para estacionar sus vehículos y nuestro afán no era imponer nada por lo que sostuvimos una reunión con los habitantes de la unidad vecinal y decidimos sacarla del lugar".

Pasten acotó que a pesar que el proyecto no haya funcionado en ese lugar, debía servir para que otras personas siguieran trabajando por la comunidad loína y fue cuando apareció la posibilidad de generar un convenio con la Agrupación Límite Cero, que trabajan con gente en situación de calle o de alta vulnerabilidad, por lo que les cedieron la infraestructura, que actualmente está emplazada en un sitio ubicado en avenida Los Algarrobos sin número en intersección con calle Nueva Calama

Recordar que gracias al apoyo de un grupo de uniformados del Regimiento Reforzado N° 1 de Calama, al mando del teniente Álvarez, la supervisión de la arquitecta voluntaria de la organización, Magdalena Prieto y el aporte económico de minera El Abra se logró poner en pie esta construcción en Los Balcones, con una inversión que ascendía a los 8 millones de pesos.

Otros de los integrantes de la ONG La Casa Naranja es el actual concejal Darío Quiroga, quien tildó a este proyecto como un rotundo fracaso para la cultura de Calama.

"Si uno instala algo en un lugar determinado y en ese espacio no habían actividades, por lo que era como un centro cultural sin alma, ni espíritu y por eso se tomó la decisión de entregarlo a otras personas" enfatizó el concejal municipal.

Quiroga indicó que lo mismo hubiese pasado si lo hubieran instalado en otra población, porque el Calama no están dadas las condiciones para que la gente valore de inmediato los centros culturales.

Para Gioconda Viveros, presidenta de junta de vecinos Los Balcones, fue una lástima que la iniciativa de desarrollo cultural no prosperara en su barrio y tuviera que salir del lugar de forma abrupta.

"No sé muy bien que paso con el armatoste, pero La Casa Naranja sigue realizando sus proyectos, con más de dos años de trayectoria en la ciudad, pero más dedicado a lo que es teórico".

En la esquina de las calles Félix Hoyos y Pedro Aguirre Cerda hay una Casa de Cultura de Calama, que según la información recabada es administrada por Deisy Alcayaga, destacada bailarina de cueca y que tras la muerte de su esposo se dedicó a realizar talleres para la gente más joven de la comuna para que no se pierda la tradición del baile nacional.

Es un recinto antiguo y muy deteriorado, que según la versión de algunos vecinos del sector funciona muy poco, casi nunca se ve a alguien que haga un uso eficiente de ese espacio destinado a la cultura.

"En Calama hay un problema más complejo y que no sólo se soluciona con buena infraestructura física, creo que más bien tiene que ver con la habitabilidad de los espacios culturales de la ciudad, que no se ha logrado solucionar", dijo Quiroga.

En tanto, Alejandra Zuleta, directora ejecutiva de Corporación de Cultura de Calama, argumentó que "desde nuestra corporación se administran espacios que han sido destinados al arte y la cultura en sus diferentes expresiones, entre esos podemos considerar el Teatro Municipal, ambas bibliotecas, el Centro de Arte Ojo del Desierto, la Galería de Arte Pablo Neruda, entre otros, que más allá de ser espacios de infraestructura, representan espacios para el desarrollo del arte y la cultura y ese convencimiento forma parte inherente del quehacer de nuestra corporación, considerando que son muy escasos en nuestra comuna y que nos ayudan a instalar procesos de transformación social, de discusión, de desarrollo de las artes".

Zuleta agregó que la entidad cultural aún mantiene una deuda de habilitar más espacios con estándares adecuados para el desarrollo de las distintas disciplinas y es en eso en lo que enfocáremos nuestro trabajo, de hacer la mantención necesaria a los espacios ya existentes y contar con una amplia agenda cultural.

La nueva seremi de Cultura, Carla Redlich, respecto a la gestión que realizará en los próximos cuatro años, adelantó que "será una tarea clave rearticular el tejido que conforman artistas, creadores, agrupaciones e instituciones que construyen el sustento cultural de la región, manteniendo un consejo abierto y accesible, con instancias de opinión y participación efectiva por parte de estos actores. Asimismo, seguiremos el énfasis que la educación artística demanda y trabajaremos por las instancias que permiten a la comunidad acrecentar su capital cultural, desarrollar y visibilizar sus manifestaciones artístico culturales y reconocer y respetar su memoria individual y colectiva".

"La Casa Naranja sigue realizando sus proyectos, con más de dos años de trayectoria en la ciudad".

Gioconda Viveros.

Junta de vecinos Los Balcones.

Premio nacional de Literatura compartió con jóvenes liceanos

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El premio nacional de Literatura año 2000, Raúl Zurita, compartió con sobre trescientos alumnos y alumnas de segundos del Liceo A-27 Jorge Alessandri Rodríguez de Calama. La iniciativa fue concretada por el departamento de lenguaje de la unidad educativa administrada por la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Comdes).

En relación a este encuentro de los educandos con el destacado poeta, entre cuyas obras destacan "Purgatorio" (1979), "Anteparaíso" (1982), "El paraíso está vacío" (1984), "El amor de Chile" (1987) y "La vida nueva" (1995), por el sentimiento que le imprime a las letras, se refirió la docente del Liceo Jorge Alessandri Rodríguez, María Eugenia Ramírez Gall, indicando que "todos los años, aprovechando la realización de la Feria del Libro de Calama -con motivo del aniversario de la ciudad- solemos traer a algún escritor importante para que los alumnos tengan contacto con él o con ellas, ya que algunos casos hemos traído algunas escritoras y, el año pasado tuvimos el privilegio de traer a Hernán Rivera Letelier y, en esta oportunidad tuvimos la gran fortuna de poder traer al Premio Nacional de Literatura, Raúl Zurita".

Aclaró que "la idea es que los alumnos interactúen desde una perspectiva de estudiantes, formulando preguntas, y que a la vez ellos aprendan y amplíen su cultura literaria".

En cuanto a que dicha actividad estaba inserta en lo pedagógico o extracurricular, señaló que "en ambas partes, ya que tanto en primeros como segundos medios tienen unidades de géneros lírico y narrativo, se ajusta a los programas de estudios y claro también tiene carácter en lo extracurricular. Pero, en general todos estos elementos los utilizamos aprovechando la instancia para que vean en vivo y en directo por decirlo entre comillas la presencia de un poeta tan prestigioso. Esa es la idea principal".

La interacción consideró la lectura de algunos trozos de poemas por parte del escritor ganador del Premio Nacional de Literatura, Raúl Zurita, tal como este perteneciente a su obra Anteparaíso, "Con mis ojos miraba a los tuyos y tú por mis ojos sabías más cosas de mí. Por los ojos nos entendíamos a la distancia y antes de que dijéramos cualquier palabra yo ya conocía lo que tú pensabas y tú por mis ojos, también".