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Mineras elevan el pago por patentes pero alcaldes no están conformes

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El aporte que realiza la región al presupuesto del país sigue siendo uno de los más altos a nivel nacional, aunque para la mayoría de los alcaldes los recursos que efectivamente se quedan en la región son demasiado escasos.

Según las autoridades comunales, si la totalidad de los ingresos que llegan a los municipios por el pago de las patentes mineras quedara en la región, se podrían privilegiar proyectos en el área de salud, educación y obras de infraestructura que están congelados por falta de presupuesto.

Este año las empresas pagarán en la región $12.836 millones por concepto de patentes mineras, monto que será distribuido en partes iguales entre el municipio de la comuna donde se ubica la faena y el Gobierno (FNDR).

Sólo en las comunas de Taltal, Mejillones, Antofagasta, María Elena, Tocopilla y Sierra Gorda, las patentes mineras a pagar suman 27.559, cifra 11% mayor a la registrada el año pasado, según los datos entregados por la Tesorería General de la República.

En el caso de Antofagasta durante 2013, el municipio recibió $2.039 millones por concepto de patentes mineras, ingresos que representaron el 3% del presupuesto comunal, que fue de alrededor de $70.000 millones anuales.

"Con estas cifras no podemos iniciar un gran cambio para Antofagasta, requerimos un esfuerzo de voluntad y políticas que hagan, por ejemplo, trasladar (a la región) las casas matrices de las grandes y medianas empresas mineras", argumentó la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo.

En esta materia, la autoridad comunal reiteró que Antofagasta es la capital del principal motor de desarrollo de Chile, que es la minería.

"El 100% de todos los servicios que ofrecemos son relacionados directamente con esta industria, es decir, toda nuestra actividad se mueve en función de ella. Sin embargo, este dinamismo económico no se refleja en el presupuesto municipal", dijo Karen Rojo.

Calama es la comuna que más recursos genera a través de la explotación minera. De hecho, del cobre que se produce en las 15 comunas que concentran la minería en el país, el 22,2% corresponde a la capital loína.

En Antofagasta, a su vez, existen 82 operaciones mineras, entre ellas la mina más grande del mundo (Escondida), y es una de las ciudades por donde se embarca gran parte de la carga de esta industria.

El alcalde de Calama, Esteban Velásquez, recalcó en los últimos cinco años Codelco Norte ha entregado más de US$10.000 millones al Ministerio de Hacienda en utilidades, dejando en la comuna aportes que no se condicen con la producción.

"Los montos que devuelve el Ejecutivo a los municipios mineros son una ofensa, porque comunas como Calama tienen que convivir con las externalidades negativas que genera la industria", sostuvo.

Velásquez precisó que una de las demandas "históricas" de las ciudades del norte son recursos permanentes para las municipalidades por las ventas del cobre.

"Este nuevo gobierno tiene compromisos éticos con esta necesidad expresada por las comunas de la región. Por eso las conversaciones con los parlamentarios electos van por el camino de exigir mayores recursos", advirtió Velásquez.

Para el alcalde de Sierra Gorda, José Guerrero, no es posible que sólo la mitad de los ingresos que reciben los municipios por el pago de las patentes mineras queden en cada comuna donde está la faena.

"En las comunas de menor tamaño es muy importante que aumenten los recursos, porque el déficit en temas sensibles, como salud, vivienda, educación y urbanización, es notorio", subrayó.

Guerrero también recalcó que si recibieran la totalidad de los ingresos de las patentes mineras, su municipio podría construir proyectos tan urgentes como un relleno sanitario (hoy Sierra Gorda sólo cuenta con botaderos).

La opinión de Guerrero es compartida por los alcaldes de Taltal y María Elena, comunas que agrupan un número importante de operaciones mineras, pero que al mismo tiempo no muestran un desarrollo acorde a los ingresos que se generan en su territorio.

Jorge Godoy, alcalde de María Elena, comentó que el tema no es menor, porque cuando se habla del presupuesto de la región (FNDR), cuyos montos son asignados desde Santiago, lo que se observa es que sólo se devuelve una fracción del dinero generado en la zona.

"Como asociación de municipios buscamos una retribución del 100% de los pagos, porque este aporte, en parte, compensa el desgaste de los recursos naturales y los problemas que a largo plazo produce la actividad minera", puntualizó la autoridad.

Godoy también advirtió que las comunas mineras presentan grandes problemas que no son tomados en cuenta. Por ejemplo, una población flotante que se atiende en los consultorios y que no tiene arraigo en las ciudades.

Dicho factor, a juicio del jefe comunal, va generando deterioros que finalmente debe asumir la población.