Matar a un hombre: de Tomé al Sundance
No debiera ser una sorpresa que "Matar a un hombre" -tercer largometraje de Alejandro Fernández Almendras tras "Huacho" y "Sentados frente al fuego"- se centre en un crimen. Lo que sí asombra es cómo el director logra que involucrarnos -moral y emocionalmente- en todo el proceso. Siempre del lado de Jorge, un esforzado padre de familia, que debe resistir los ataques y humillaciones de Kalule, un conocido delincuente dentro de la población donde viven. Lo que comienza como una broma pesada crecerá hasta transformarse en una amenaza que pone en peligro la vida del protagonista y los suyos.
Esto en el contexto de un país burocrático -Jorge (Daniel Candía) pasa de un trámite policial a otro-, donde la impotencia puede conducir a la peligrosa idea de "tomar venganza por las propias manos".
Pero, sin dejar de lado los elementos propios del thriller, "Matar a un hombre" crece al ponerse del lado de "Crimen y Castigo" a la hora de radiografiar la consciencia del asesino accidental. Ahí surge la contemplación y las reflexiones de un hombre confundido.
"Siento que es un personaje empujado por las circunstancias, por su familia, por todo a hacer lo que supuestamente debería hacer; lo termina haciendo y se da cuenta de que no hay nada en eso", dijo Fernández recientemente en una entrevista. "La idea es que el espectador sea un poco consciente de que el personaje está en camino a descubrir que es una mentira, que la moral de la venganza es falsa".
Los reconocimientos para "Matar a un hombre" se han ido dando desde que ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance. Luego obtuvo el Big Screen Critics Awards en Rotterdam y los premios a Mejor Director y FIPRESCI en el Festival de Cine de Cartagena de Indias. El filme sigue girando por el mundo hasta que llegue a salas chilenas después de su travesía.
Reconocimientos justos para una película de guión preciso que muestra una nueva faceta de Alejandro Fernández, quien ahora acoge el cine de género sin abandonar su estilo contemplativo, cargado de actuaciones naturalistas.
En común con sus largometrajes anteriores, aquí el núcleo vuelve a ser un hombre trabajador del sur de Chile (como el Daniel Muñoz de "Sentados frente al fuego"). Ahora, está inmerso en la tragedia y la confusión, atrapado en la inmensidad de una naturaleza que resalta la pequeñez de lo humano.
Porque en "Matar a un hombre" los personajes están siempre sometidos, encuadrados bajo tomas inmensas de cielo o de árboles, donde destaca la fotografía del gran Inti Briones ("El cielo, la tierra y la lluvia"), acostumbrado a registrar la solemnidad del paisaje austral chileno.
"Matar a un hombre" es un filme sólido, minuciosamente construido y bastante negro que confirma a Alejandro Fernández como un director talentoso y prolífico: ya está concibiendo dos nuevos proyectos.
Alejandro Fernández
Guionista y cineasta Fue periodista de la agencia EFE en Estados Unidos. El guión de su primer largometraje, "Huacho", ganó el premio Sundance/NHK. Con "Matar a un hombre", ganó el premio del jurado de Sundance por el "Mejor drama realizado fuera de Estados Unidos".