Hoy volverán a sus respectivos establecimientos los 127 mil estudiantes de educación prebásica, básica, media y universitaria de la región de Antofagasta que la semana pasada no tuvieron clases.

La medida, que afectó a todos los planteles situados en el borde costero de la región, fue tomada a raíz de las dos evacuaciones por alerta de tsunamis decretadas producto de los fuertes terremotos del martes y miércoles en Iquique.

Al respecto el seremi de Educación, Juan Carlos Vega, recalcó la idea es retomar las actividades de la manera más normal posible, aspecto donde la participación de los padres será fundamental.

La autoridad hizo un llamado especial a los establecimientos para que reciban a los alumnos con un plan de contingencia que les permita asimilar lo ocurrido, explicando que Chile es un país sísmico y que las evacuaciones registradas tenían por finalidad evitar riesgos a las familias.

"Los profesores deben estar preparados para afrontar estas emergencias, sobre todo por el gran número de alumnos que tienen a su cargo. También deben socializar cómo enfrentar la situación y tomar las medidas adecuadas de seguridad", manifestó.

En un mensaje directo a los padres, Vega aseguró que los colegios son lugares seguros para los estudiantes y que ante una contingencia los profesores saben qué hacer.

El sicólogo clínico Pablo Fuentes sostuvo que es importante que esta vuelta a clases sea de manera "paulatina", porque los niños han estado en un ambiente cargado de mucha angustia, incertidumbre y miedo.

Fuentes dijo que lo esperable es que algunos niños no se sientan capaces de estar todo el día en el colegio. En estos casos, su consejo es no obligarlos a retomar una vida normal de inmediato, si no se sienten preparados para hacerlo.

El terremoto y las posteriores réplicas que tuvieron lugar en el Norte Grande, puede haber afectado el curso normal de las cosas, generando una pérdida en la sensación de seguridad con la que vivimos habitualmente.

Es por ello que los psicólogos del servicio Fonoinfancia (800 200 818) de Fundación Integra, entregaron algunas recomendaciones para que los adultos a cargo de niños puedan contenerlos y devolverles la sensación de seguridad que han perdido.

La experta de Fonoinfancia explica que los niños pueden sentir miedo, confusión, pena, creer que pueden quedar solos, pensar que los adultos los ignoran porque tienen otros problemas, sentir que están en peligro o pensar que su mundo cambió y no saber cómo adaptarse.

Es normal que por un tiempo su hijo o hija está extremadamente apegado a su mamá, papá o adultos cercanos, más llorón o gritón que siempre, o esté más silencioso y retraído, no quiera ir al jardín o a la escuela, tenga temor a estar solo, miedo a los extraños, a los animales o a situaciones que no ha temido antes como a la noche y a la oscuridad, se haga pipí o incluso caca en la cama o en la ropa, disminuya o aumente su apetito o tenga problemas para dormir y/o pesadillas.

La psicóloga Valeska Vera explica que estas reacciones pueden aparecer inmediatamente después del terremoto o luego de varios días, semanas o meses. "En la mayoría de los casos, los síntomas irán desapareciendo de a poco en cuanto el niño o niña vaya asimilando lo sucedido", agrega.

Los adultos deben ayudarlos a comprender lo que está ocurriendo, por ejemplo por qué se producen los terremotos en palabras simples de acuerdo a la edad del niño, explíqueles lo sucedido con calma y claridad, diciéndole a sus hijos/as lo que sabe. No minimice ni exagere la situación, trate de evitar que los niños vean situaciones de descontrol o pánico en los adultos. Recuerde que para ellos los adultos suelen ser referentes importantes de comportamiento, explíqueles lo que aparece en la televisión y en la radio o cuando los adultos comenten malas noticias. No asuma que por ser niño o niña, no se da cuenta de lo sucedido. Ellos también tienen derecho de ser informados en la medida de sus posibilidades de comprensión, dígales siempre que es muy normal tener miedo en una situación como la que vivieron, genere espacios para ayudarlos a hablar y expresar sus sentimientos en torno a lo sucedido, entrégueles un ambiente de seguridad y contención, ayúdelos a contactarse con la alegría y la esperanza, por ejemplo retomando actividades normales -como ir al jardín o colegio- dentro de lo posible.

Si los síntomas persisten por largo tiempo o interfieren demasiado en las actividades habituales de los niños, puede consultar a un especialista.

Al menos hasta el próximo jueves se extenderá la campaña del municipio "Un solo norte, Calama hace su aporte", debido al bajo interés presentado por los loínos.

"La campaña se extenderá debido a que aún los calameños no han llegado con la colaboración que esperábamos y que tanto se necesita en algunos poblados cercanos a Iquique, en lo que se hace imperante llegar con ayuda", comentó el encargado de la oficina municipal de la Juventud y asistente social, Alejandro Quezada.

Según el profesional, a dos días de iniciada esta campaña, se proyectaba una mayor concurrencia de la población para que colaborara en la entrega de víveres, agua y pañales, pero no ha sido así, por lo que se optó por extender el plazo para el cierre de la iniciativa, la que estaba fijada para mañana hasta las 19.00 horas.

Además, Quezada comentó que se hará extensiva esta campaña hasta establecimientos educacionales de la comuna. "En vista de lo lento que ha estado esta campaña, la reforzaremos en escuelas, liceos y los distintos establecimientos educacionales, a fin de llegar a más gente y hacer partícipes a la comunidad estudiantil", dijo.

Agregó que por el momento han recolectado "al menos unos mil litros de agua y unas 250 provisiones en víveres no perecibles. Apostamos a que pueda ser más, por eso la comunidad es muy importante para sumar contundencia en nuestro aporte a los damnificados por el sismo del pasado 2 de abril".

Alejandro Quezada hizo un llamado a las empresas, la comunidad local y particulares a sumarse pronto a la campaña. "Esperamos que los calameños concurran rápido al parque José Saavedra a colaborar y a sumarse a la solidaridad que tanto esperan nuestros compatriotas".

También iniciaron una campaña solidaria los amantes del tunning, quienes desde ayer se dieron cita en las afueras del supermercado Tottus, ubicado en Balmaceda, en donde recibieron aportes y apoyo. "Nuestra meta es llenar siete vehículos con cooperación y enviarlos a la brevedad hacia las localidades afectadas", dijo Diana Marín, coordinadora de "Nace una esperanza", iniciativa que hoy también tendrá una caravana, la que saldrá desde la villa Kamac Mayu a las 16.00 horas, recorriendo por cuatro horas distintos puntos de la ciudad.

Alejandro Quezada comentó también que la entrega y distribución de la ayuda recolectada se hará en la región de Arica y Parinacota. "La idea es concurrir a puntos donde hubo gran impacto y se ha demorado en llegar la colaboración. Aún por definir por el alcalde Esteban Velásquez, esta ayuda será destinada a los poblados más remotos y que han sido afectados por el sismo de la semana pasada. En ese sentido, esperamos poder contactarnos con alcaldes de puntos afectados para coordinar esta ayuda", dijo el profesional.