Venezuela convoca al Vaticano como mediador
Venezuela invitó oficialmente al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, a participar como "testigo de buena fe" en el diálogo entre el Gobierno y la oposición, para buscar una salida a la crisis política y social en el país. La invitación se verifica después de que el Presidente de ese país, Nicolás Maduro, aceptara la recomendación de gobernar en coalición, aunque rechazara ceder sus preceptos socialistas.
"Deseamos transmitir la invitación del Presidente Nicolás Maduro Moros, a Su Santidad el Papa Francisco, con el propósito de que participe en los procesos de diálogo (...) a través de la designación de su persona como 'Testigo de Buena Fe'", indicó la Cancillería venezolana en una carta difundida ayer en su página web.
La invitación a Parolin, nuncio vaticano en Venezuela desde 2009 hasta agosto pasado, cuando Francisco lo nombró secretario de Estado de la Santa Sede, responde al acuerdo alcanzado el martes entre el Gobierno y la oposición para que El Vaticano participe en el diálogo como tercero de buena junto a un grupo de cancilleres sudamericanos.
En la carta, el jefe de la diplomacia venezolana, Elías Jaua, manifiesta su esperanza de contar con la participación de Parolin en el desarrollo de la Conferencia de Paz en el país que tiene como objetivo "promover el diálogo constructivo, el entendimiento y la paz".
De aceptar, El Vaticano se unirá a los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que acompañarán el encuentro formal entre Gobierno y la oposición que todavía no tiene fecha oficial ni agenda fijada.
Nicolás Maduro dijo estar "de acuerdo totalmente" con la recomendación del ex Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de formar un Gobierno de coalición, pero descartó negociar "los principios socialistas" con sus opositores.
Como puntos del diálogo, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) propondrá una ley de amnistía para poner en libertad a más de un centenar de detenidos y la creación de una comisión de la verdad que esclarezca los hechos violentos en las manifestaciones. La MUD también demanda el desarme bajo supervisión internacional de los denominados "colectivos" afines al Gobierno. Maduro aspira a retomar la lucha contra la criminalidad e impulsar un plan de inversiones y desarrollo.